La aprehensión de un hombre de nacionalidad paraguaya domiciliado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue convertida ayer en detención como el probable autor de una infracción a la Ley 23.737.

La medida cautelar fue dispuesta después de que este viernes que pasó policías hallaron en su poder un ladrillo de cocaína que pesó algo menos de un kilo.

De acuerdo con lo informado por voceros de seguridad y judiciales, el procedimiento que finalizó con su arresto se realizó cuando el automóvil que el ahora investigado conducía -un rodado del tipo SUV en que viajaba acompañado por una mujer y dos nenes- fue interceptado en jurisdicción de esta ciudad.

Desde la investigación penal que se inició, el hombre que transitoriamente permanece detenido en la sede local de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas perteneciente a la Policía bonaerense fue identificado como Edilson Coronel Domínguez, de 35 años de edad.

Desde el Juzgado de Garantías 3 con sede en el Palacio de Justicia de Azul el magistrado Juan José Suárez ordenó la detención para el imputado por esta infracción a la Ley 23.737.

Ahora ese hombre es señalado como el probable autor del delito de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización.

Lucas Moyano, el fiscal a cargo de la UFI 22, lleva adelante la instrucción de la causa penal por la que ayer se dispuso que el hombre continúe privado de su libertad.

Voceros allegados a la tramitación de ese sumario señalaron a EL TIEMPO que el acusado había optado por negarse a declarar cuando ayer fue trasladado a sede judicial para ser indagado.

Los investigadores presumen que la droga incautada en su poder no tenía como destino final Azul.

Al respecto, se sospecha que el hombre la llevaba en viaje hacia otra ciudad cuando pudo ser interceptado el viernes por la noche en el marco de este procedimiento, realizado por agentes de la división antinarcóticos local en el cruce de Avenida 25 de Mayo y Calle 8.

A través de la investigación que se está desarrollando, además de ordenar la detención para el imputado el Juez garante autorizó otro pedido formulado por el Fiscal a cargo de esta causa: que sean examinadas las comunicaciones que contienen cuatro teléfonos celulares incautados en ocasión de que se hiciera efectivo el arresto del hombre oriundo de la ciudad paraguaya de Comanduyú y con actual domicilio en el barrio porteño de Barracas.

En busca de más evidencias que sirvan para incorporar al expediente iniciado por esta infracción a la Ley 23.737, el objetivo de lo dispuesto -escribió el titular de Garantías 3 al convertir la aprehensión de Domínguez en detención- es determinar qué contienen esos teléfonos móviles en materia de "mensajes de textos enviados y recibidos", "llamadas salientes, entrantes y perdidas, agenda, titularidad, archivos fotográficos, fílmicos y de audio".

El procedimiento

Anteayer viernes, cuando habían transcurrido unos minutos de la hora 22:30, los efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas interceptaron -en el ya mencionado cruce de 25 de Mayo y Calle 8- el rodado tipo SUV que conducía el hombre que ahora está detenido.

En aquel entonces, Edilson Coronel Domínguez guiaba una Renault Duster en la que viajaba acompañado por una mujer y los hijos de ella: un nene que tiene nueve años y una nena de tres.

En esas circunstancias, "oculta en una butaca de bebé en la cual iba sentado uno de los menores", dentro de "una bolsa tipo mandados" fue hallada la droga.

Ese ladrillo de cocaína -que estaba envuelto con cinta amarilla y tenía el logo de una hoja- luego se constató que pesaba "918 gramos", se refiere en las actuaciones penales.

De esa manera, los policías incautaron la droga, hicieron efectivo el arresto del hombre de nacionalidad paraguaya y recogieron esos cuatro teléfonos celulares ya mencionados junto con dinero en efectivo, en una suma superior a los seis mil pesos.

La sospecha de que el hombre que ahora se encuentra privado de su libertad llevaba droga en el vehículo que conducía comenzó a quedar en evidencia para los investigadores una vez que interceptaron la Renault Duster cuando circulaba por esta ciudad.

Al identificar a los ocupantes del vehículo y solicitarles -tal como sucede en estos casos- sus documentaciones personales y la de la SUV, además de advertir que no eran argentinos por la manera en que hablaban los policías notaron extremadamente nerviosa a la pareja. Sobre todo, al hombre que luego sería arrestado tras el hallazgo de ese ladrillo de cocaína que trasladaba en el interior de la Duster y pesó algo menos de un kilo.

"Cuando se procede a dar vista en el sector de los asientos traseros se puede observar arriba de una butaca de bebé -en la cual iba sentada la nena que tiene tres años de edad- una bolsa del tipo mandados y dentro de ella un envoltorio rectangular envuelto con cinta amarilla, similar a los panes que contienen material estupefaciente, más precisamente clorhidrato de cocaína, procediéndose a incautar el envoltorio", se describe en las actuaciones policiales confeccionadas con relación a este procedimiento que se tradujo en la aprehensión del conductor del vehículo.

Ese sector del rodado donde se halló la droga fue una cuestión a la que el Fiscal hizo mención y el Juez garante después valoró al momento de ordenar la detención del investigado, teniendo en cuenta que el ladrillo de cocaína estaba "debajo de la silla en que viajaba uno de los menores". Según se sostiene desde la imputación, de esa circunstancia se valía el ahora imputado por esta infracción a la Ley 23.737 "para no ser descubierto" que llevaba la cocaína "en los posibles controles policiales que tuviera que sortear" mientras viajaba con su mujer y los nenes.

El dato

A criterio del Juez que ordenó su detención, la cocaína hallada en poder del investigado tenía como finalidad su posterior comercialización. Y la cantidad secuestrada "hace presumir" -concluyó también el magistrado Juan José Suárez- que "no era para una mera tenencia". Según fuentes oficiales, ese casi kilo de clorhidrato de cocaína incautado anteayer está valuado actualmente en unos veinte millones de pesos. Pero estirado y vendido al menudeo puede implicar ganancias extremadamente superiores.