El Vélez de Celso “Coqui” Ivanoff se impuso por 2 a 1 ante River en el Wadío Hesayne (donde la “V” fue local), en un duelo exageradamente brusco, que concluyó con tres expulsiones y 12 amarillas.

Germán Castro fue el encargado de impartir justicia en el encuentro interzonal y el clásico de la quinta jornada del Torneo Clausura de Primera División de la liga azuleña.

El “Topo”, apodo del juez, tuvo una tarde bastante ajetreada y reprimió con tarjetas un encuentro con pierna exageradamente fuerte. Sacó tres rojas y 12 amarilla en el clásico que quedó como un reflejo exacto de lo que fue el trámite, con excesiva vehemencia en algunos protagonistas y con los ánimos alterados durante gran parte del partido, que comenzó 20 minutos más tarde de su hora programada (tenía que empezar a las 15.30). Por esta acción, Castro informaría al capitán de River, Marcelo Duarte, ya que fue el elenco millonario el que entró tarde al campo de juego.

Tras el pitazo del árbitro, los primeros minutos parecieron reeditar una gran versión de este clásico añejo. En primer lugar, porque el elenco velezano tiene un pescador de goles, como lo es Kevin De Stefano, quien a los 9’ marcó el primer tanto del partido. El delantero recibió la pelota desde la derecha e insólitamente solo en el área rival. Esa distracción de la defensa de River, permitió que De Stefano defina ante la apurada salida de Lucas Acosta que no pudo impedir el remate del ex Boca.

Al minuto siguiente, el elenco de Luis Paz casi tuvo el empate de la mano de Tobías Martínez, quien se marchó en solitario rumbo al arco velezano y cuando arribó al área chica desde la izquierda, sacó un remate que hizo lucir a Gaspar Michat con su volada y rechazo de la pelota.

Después, River mostró otra vez que cuando se desconcentra ofrece pronunciados baches defensivos, porque De Stefano tuvo dos chances de volver a convertir. La primera fue tras un desborde, desde la derecha, de Leonel Loustau, quien envió un centro a la cabeza del “9” velezano, pero su cabezazo no acertó el arco riverplatense.

En la siguiente jugada, Lorenzo Burgos asistió a De Stefano, que se anticipó con un toque ante la salida de Acosta, pero la pelota viajó al costado del palo derecho del uno riverplatense.

Pasada casi media hora, River encontró el empate gracias a un “autogol”. Los dirigidos por Paz presionaron más adelante y tras un desborde de Facundo Amundarain; este envió un centro rasante que se encontró con Agustín Vázquez, quien quiso rechazar la pelota, pero le pegó mal y se la clavó en el primer palo a Michat.

Los restantes minutos que le quedaban al primer tiempo fueron peleados, pero futbolísticamente mediocres. El juego pareció mejorar en el comienzo dela segunda etapa cuando los encargados del juegos, hacían triangulaciones y generaban superioridad sobre su rival. En una de esas, ocurrió que Marcelo Duarte tocó de izquierda a derecha, sector donde atacaba Nahuel Cáceres, quien mandó un centro con destino a Martínez. El delantero de River pateó enseguida, pero la respuesta del uno velazano fue estupenda y otra vez le ahogó el gol al juvenil.

A los 18’ minutos, Marcos Chacón vio la roja por falta contra Cáceres, juvenil del millo que lo desbordó siempre por derecha. Sin embargo, este jugador de séptima, de buen fútbol, podría rendir más si usara una vincha ya que en cada una de sus subidas, lo primero que hacía antes de recibir la pelota o correr por ella, era acomodarse el flequillo, acción que le hacía perder segundos e incluso en algunas jugadas ser anticipado por los jugadores de Vélez.

A pesar que tenía un hombre de más, lo de River era una muestra exasperante de lentitud y falta de agresividad ofensiva. En cambio, los dirigidos por “Coqui” mantuvieron su firmeza el fondo, empujaba Nicolás Olivera en el medio y después se encontraban Matías Ledesma y Lorenzo Burgos para darle juego a De Stefano y a los volantes por afuera como Andrés Delippo y Agustín Calderón. En unas de esas acciones, Ledesma armó una buena jugada cuando desde el medio campo pasó gambeteando e incluso ganó una trabada con Matías Labaroni, luego tocó para Calderón, que desde la izquierda envió un centro a la cabeza de Kevin, pero su cabezazo fue débil y terminó en las manos del uno riverplatense.

A los 28’ llegó el tercer gol del partido. Tiro libre a cargo de Burgos, que toca para Loustau y definición espectacular por la distancia y el remate cuando el arquero Acosta pretendía cubrir el arco.

Minutos después llegó la jugada polémica del partido en una dividida que protagonizaron, otra vez, Ledesma y Labaroni. Ambos jugadores disputaron la pelota con la pierna en alto y terminaron revolcándose en el pasto aduciéndose que uno agredió al otro. Rápido para la roja, Castro se la mostró al juvenil de River, quien antes de ver la colorada, tuvo que llegar en andas para ser asistido fuera del campo de juego. En tanto, el enlace velazano, tras unos minutos, se levantó por sus propios medios sin ver ninguna tarjeta.

La resolución del árbitro molestó mucho a los hinchas de River y casi se arma un incidente deplorable, de esos que nunca terminamos de erradicar de nuestras canchas. Otra vez, otro “personaje” arrojó una botella de plástico al campo, que por suerte no dañó a nadie y la propia hinchada echó al agresor del Wadío Hesayne.

Cerca del final, el “Millonario” armó un contraataque que terminó en los pies de Hugo Prezioso, quien se resbaló dentro del área y esto hizo que pierda la pelota en manos de la defensa de la “V”, que enseguida armó la ofensiva. Por la derecha la tomó en solitario De Stefano, quien asistió a Ledesma, pero la pelota se abrió mucho, alejándose del área grande. Igual, el enlace corrió detrás de ella, seguido por Acosta, que terminó siendo gambeteado, por lo que le provocó falta, cuando al volante le faltaba un pie para entrar al área. Por esa acción, Castro le mostró la amarilla y después la roja ante la mirada de otra parcialidad de River que se colocó detrás del arco. Estos hinchas mostraron su enojo y otra vez se volvió a interrumpir el encuentro. Finalmente, esta escena terminó con siete hinchas retirándose del Wadío Hesayne. Por suerte, esta vez el fútbol le ganó a la violencia.

Y sobre final, River pudo empatar a través de un gol de carambola, pero Michat estuvo rápido y salvó a la V.

La victoria de Vélez fue lograda por el esfuerzo conjunto de sus líneas. En ese orden, se apoyó en tres pilares: pocas pero decisivas salvadas del arquero, el buen desempeño de Ledesma y la multiplicidad de los volantes para salir, subir y volver. Con eso y algunos errores del fondo de River le bastó para lograr la esperada victoria y mantener el anhelo de la clasificación a la siguiente ronda.

LA FIGURA

Matías Ledesma fue el jugador más destacado del clásico porque respondió con aciertos en los momentos claves. Lo mejor de Vélez partió de la inspiración y limpio manejo del volante. Fue el encargado de manejar todos los ataques de su equipo y gran parte de las jugadas las terminó bien.

- Síntesis -

Vélez: Gaspar Michat; Leonel Loustau, Mario Muñiz, Agustín Vázquez, Marcos Chacón; Andrés Delippo, Nicolás Olivera, Matías Ledesma, Agustín Calderón; Kevin De Stefano y Lorenzo Burgos. DT: Celso “Coqui” Ivanoff.

River: Lucas Acosta; Agustín Leyes, Matías Labaroni, Juan Mansilla, Facundo Amundarain; Nahuel Caceres, Francisco Basaure, Francisco Marchisio, Lucas Funes; Marcelo Duarte y Tobías Martínez. DT: Luis Paz.

Goles: en el primer tiempo 9’ Kevin De Stefano (V) y 28’ Agustín Vázquez en contra (R). En el segundo tiempo 28’ Leonel Loustau (V).

Amonestados: Facundo Amundarain, Tobías Martínez, Juan Mansilla, Agustín Leyes, Lucas Acosta, Gonzalo Echevers (R); Agustín Vázquez, Mario Muñiz, Matías Ledesma, Marcos Chacón, Agustín Calderón, Fabricio Confalone (V)

Expulsados: en el segundo tiempo 18’ Marcos Chacón (V), 36’ Matías Labaroni (R) y 42’ Lucas Acosta (R).

Árbitro: Germán Castro.

Estadio: Wadío Hesayne (River).