Entrevista y nota: Fabián Sotes

De la Redacción de EL TIEMPO

"Estos viajes sirven para hablar con los intendentes, para tener el pulso de lo que está pasando en cada ciudad, en cada pueblo".

El pasado miércoles por la tarde, no bien llegó a Azul proveniente de La Plata, el ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso lo primero que hizo fue visitar EL TIEMPO, con el objetivo de repasar en una entrevista lo que viene siendo su gestión.

Desde diciembre del año pasado reemplazó al frente del Ministerio de Seguridad provincial al ahora senador Sergio Berni, de quien también fue su segundo mientras el abogado y médico cirujano condujo esa cartera, durante la primera gestión del actual gobernador Axel Kicillof.

Oriundo (e hincha) de Banfield, el currículum de Alonso indica que es Técnico en Minoridad y Familia y que posee un master en Ciencias Sociales con orientación en Educación.

Con un extenso camino recorrido en el terreno político desde el peronismo, muchos lo señalan como "un especialista" en temas inherentes a la seguridad ciudadana.

Además, es consultor en cuestiones vinculadas con la seguridad para organismos internacionales. Y antes de convertirse prácticamente en la mano derecha de Berni en el Ministerio de Seguridad provincial, también tuvo un paso por el Gobierno nacional.

De esa manera, en la primera gestión de Cristina Kirchner -durante 2008- estuvo en la Secretaría de Seguridad Interior del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Y posteriormente, cuando la ex presidenta dividió esa cartera y creó el Ministerio de Seguridad que condujo Nilda Garré también trabajó con ella, teniendo a su cargo la Subsecretaría de Planeamiento y Formación hasta el año 2015.

Actualmente, las visitas a las ciudades que forman parte del territorio bonaerense son para Alonso algo habitual, según dijo. Y en ese contexto fue que el pasado jueves, tras una serie de actividades que en horas de la mañana desarrolló con el intendente local Nelson Sombra, estuvo también en Tapalqué.

En esa vecina ciudad encabezó un encuentro con mandatarios y funcionarios de municipios de la región, reunión donde la temática tratada fue la seguridad rural.

"Vamos a hablar del tema de seguridad rural con todos los intendentes de la región", le dijo Alonso a EL TIEMPO sobre lo que fue ese encuentro realizado hace tres días en Tapalqué.

"Estamos ordenados"

"Creo que estamos ordenados", respondió el Ministro al ser consultado sobre lo que sucede en Azul en materia de seguridad. Y agregó que en el Partido "se está armando un equipo con un nuevo Gobierno municipal, con todo lo que eso implica". Algo que desde su lugar en el Estado provincial conlleva "ayudarlos para trabajar en la elaboración del plan de seguridad, conformar el equipo policial e integrar el del Ministerio con la Municipalidad y con la Policía. El esfuerzo está centrado ahí".

"No vemos situaciones graves ni complicadas", enfatizó con relación a la situación en el Partido de Azul. "El desafío es poder fortalecer los equipos y construir también una Secretaría de Seguridad que sea fuerte acá, para que nosotros podamos colaborar con eso".

"Venimos trabajando bien con el Intendente, estuvimos reunidos varias veces", dijo en la previa a que el pasado jueves fuera recibido por Nelson Sombra en su despacho.

También, hace tres días ambos visitaron el Centro de Monitoreo, la Estación de Policía Departamental de Seguridad Azul y estuvieron en el Destacamento Balneario, al cual se proyecta convertir en un futuro en otra comisaría.

"No estamos mal en Azul", sostuvo con relación a la cantidad de personal policial en proporción con la de habitantes. Y dijo también: "Históricamente es un Municipio que tiene mucha familia policial, en el que hay muchos pibes que se inscriben y después trabajan en la Policía".

Alonso destacó el aporte en materia tecnológica realizado desde su Ministerio a la fuerza y afirmó que, en procura de combatir el delito en el ámbito rural, "hemos fortalecido mucho a la Policía".

"Acá en Azul -agregó- hicimos también un trabajo importante con Infantería, que les trajimos más equipamiento y ahora están saliendo a hacer prevención a la calle, en apoyo a los operativos locales, algo que también sirve".

El tema del narcotráfico

Teniendo en cuenta declaraciones que hiciera recientemente con relación a la justicia federal en el ámbito de la Provincia, donde sostenía que hacía falta un mayor acompañamiento en la lucha contra el narcotráfico, Alonso sostuvo que "nosotros estamos dando una discusión" sobre el tema. Específicamente, relacionado a que "la desfederalización del narcomenudeo no resolvió el problema de la droga en la provincia de Buenos Aires".

"No hay menos droga, hay más droga que antes", enfatizó para después afirmar que "la Provincia está a 1.500 kilómetros de la frontera por donde entra la droga" y que "quien se ocupa del narcotráfico naturalmente es la justicia federal".

"Pero sigue habiendo droga en la provincia de Buenos Aires. Y la verdad es que no vemos el nivel de actividad que nos gustaría. Hay una parte muy importante de la justicia federal que nos está acompañando; pero hay otros lugares donde no funciona", sentenció.

En medio de esa problemática, reconoció que en la Justicia Federal "hay vacantes por cubrir" y que "hace falta una inversión importante del Estado Nacional para fortalecerla", del mismo modo que sucede con "vacantes para cubrir en la justicia ordinaria".

Desde el punto de vista del Ministro de Seguridad, es necesario "ir a una reestructuración".

"Para nosotros lo importante es que la justicia provincial, más que focalizarse en el narcomenudeo, donde terminamos metiendo presos a los pibes que venden porros en las esquinas, pueda encerrar a los jefes de las bandas, que están libres".

Desde su gestión destacó que en estos últimos cuatro años, "con mucho esfuerzo, metimos presos a los líderes de todas las bandas del conurbano", a modo de respuesta para tratar de revertir una ecuación donde sí sólo "metés presos a los que están vendiendo, a la otra semana tenés, donde había uno, a tres más haciendo lo mismo, ya que -en la actual situación marcada por la crisis social y económica- siempre va a sobrar gente que esté dispuesta a vender droga al menudeo".

A criterio de Alonso, en ese contexto al que aludió el tema es más profundo y pasa por "cómo desarmamos la estructura criminal que, además de vender drogas, roba autos, usurpa casas, hace entradoras...".

"El narcomenudeo te permite ganar muchísimo dinero. En un día triplican el dinero. Y toda esa plata que van ganando después la vuelcan para armar un ejército de soldaditos, en inteligencia y en armas. Y así empiezan a hacerse bandas más sofisticadas, que son las que nos golpean con el resto de los delitos y no sólo con la venta de droga".

Actualmente -reconoció- ese es uno de los principales problemas que como Ministro de Seguridad afronta en la provincia de Buenos Aires, más allá de que la droga "se va a seguir vendiendo".

"El país donde más droga se vende es Estados Unidos. Y tiene su frontera y todo su espacio aéreo blindado. Entonces, eso es muy difícil de combatir".

"Hay dos fenómenos con la droga: uno como consumo, que es un problema de salud, y el otro por el narcotráfico, que te genera una violencia urbana importantísima. Y nosotros tenemos que poner nuestro peso, fundamentalmente, en combatir esas estructuras criminales que aprovechan la alta rentabilidad de la droga para fortalecerse y para ir incluso hacia la comisión de otros delitos", para lo cual indefectiblemente es necesario readecuar "un sistema judicial" que actualmente "no está pudiendo atender la demanda que la gente plantea" sobre esta problemática.

Así y todo, Alonso sostuvo que a través del Ministerio que conduce "damos una respuesta"; aunque después la mayoría de esas causas penales que se inician desde la Justicia se archivan y "sólo un seis por ciento" de los sumarios "llega a un juicio oral".

"Seguramente la Policía tendrá una cuota parte de responsabilidad, pero es algo que nos excede" y "hay un punto donde para nosotros la estrategia de desfederalizar el narcomenudeo no resolvió el problema de la droga".

"Trabajamos mucho en todo ese tipo de situaciones y vamos a seguir haciéndolo; pero me parece que la Justicia Federal tiene que ser más ágil. Sobre todo, en algunos lugares de la Provincia", declaró.

"Insisto, nos falta una estrategia integral del sistema judicial con relación a todo lo que tiene que ver con la persecución criminal. Eso es algo que está pendiente; pero a partir de los debates que vamos dando empieza a encenderse una discusión sobre esto", sostuvo también.

El pasado jueves Alonso estuvo con el intendente Sombra. Ambos visitaron el Centro de Monitoreo de la comuna, la Estación de Policía Departamental y el Destacamento Balneario. PRENSA MUNICIPAL

Fondos y consensos

El recorte de fondos de la Nación a las provincias "es dramático", señaló el Ministro de Seguridad bonaerense.

Más allá de que influye en su gestión, afirmó que principal y fundamentalmente afecta "al pueblo de la provincia de Buenos Aires".

"Se trata -explicó- de 500 millones de dólares anuales que se habían establecido en un fondo por una ley vigente este año; pero que el Gobierno nacional no está cumpliendo".

"Con ese fondo nosotros pudimos equipar a la Policía. Es plata que se ve en la calle. Por ejemplo, en los chalecos y los patrulleros que los agentes usan y que la gente ve. Además, se habían mejorado mucho los salarios del personal policial, que estaban muy atrasados".

Pero teniendo en cuenta lo que sucede actualmente, a través de ese cortocircuito entre la gestión del presidente Milei y la del gobernador bonaerense Kicillof, Alonso concluyó que "no podemos tener una política de seguridad si no está financiada".

En el foco de esa disputa situó "a la discusión de la coparticipación de la Provincia, donde nosotros generamos muchísimos ingresos que van al Gobierno nacional y después recibimos muy poco". Una "inequidad" que, a pesar de soluciones paliativas "con diferentes fondos específicos", continúa siendo "un problema grave que planteamos y denunciamos ante la Corte".

"Pero bueno, cuando escuchamos al Presidente echarle la culpa a Kicillof de lo que pasa y que por sus diferencias ideológicas castiga al pueblo con estas medidas -ahora está amenazando con que el gasoducto no pase por la provincia de Buenos Aires- en realidad lo que hace es ir contra los bonaerenses. Pareciera que tiene como un resentimiento porque no lo eligieron, ya que en nuestra provincia no pudo ganar ni en la general ni el balotaje".

"Tenemos que construir una política de Estado, un método, una doctrina.

No podemos ideologizar todo y nuestro trabajo -dijo desde su actual función- tiene que ver con darle a la Policía las herramientas que necesita para hacer el suyo. Y después, tenemos que ser capaces de construir los consensos. Por eso está el esfuerzo que hacemos para entendernos con la ministra Bullrich, más allá de las diferencias partidarias y políticas que tenemos".

"Debemos ser capaces de llevarnos bien institucionalmente para construir los acuerdos para que las cosas funcionen. Y en eso me parece que los dos lo entendemos. Además, la sociedad nos está reclamando que dejemos de pelearnos y que resolvamos, porque cuando a vos te matan o te entran a robar no te preguntan a quién votaste".

En ese mismo contexto del que habló, a su vez reconoció que "construir una política de persecución estratégica del crimen organizado en la provincia de Buenos Aires es imprescindible".

Los menores que delinquen y la "gran discusión" que debe darse desde el Estado para que sus vidas cambien

Según el Ministro de Seguridad, en la provincia de Buenos Aires unos cinco mil menores se encuentran en estado de vulnerabilidad por causa de la delincuencia. PRENSA MINISTERIO DE SEGURIDAD/PBA

El tema de la minoridad y el delito en territorio provincial fue otra de las cuestiones a las que aludió el ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso en la entrevista con EL TIEMPO.

Según dijo, "estamos trabajando fuertemente con los menores en la provincia de Buenos Aires. Tenemos 5.200.000 pibes que todos los días van a la escuela. Integrados en un sistema, además, son chicos que participan en clubes y tienen una vida familiar".

"Pero también -admitió- hay unos 5.000 pibes que nosotros aprehendemos con la Policía, que los detiene y después se los envía a los juzgados de Menores. En algunos casos por sus edades, de 16 a 18 años, son punibles. Y en otros, no".

Al ser consultado sobre la idea de bajar la edad de punibilidad de los menores, sostuvo que en Buenos Aires "tenemos una ley que es muy buena, distinta del resto de las provincias".

"Acá, un pibe de 15 o de 14 años que asesina a alguien termina encerrado en un instituto de menores con medidas de seguridad" en "la lógica" de la ley vigente.

Volviendo a los menores que delinquen, en territorio bonaerense sostuvo que "tenemos pibes de 12 años con armas de fuego, con tentativas y abusos de armas" y que "eso es un problema", ya que "nosotros no podemos dejar que ese chico entre por una puerta y salga por la otra del sistema judicial".

"¿Cómo hacemos para evitar que los pibes tengan un arma de fuego a los 12, a los 13, a los 14 años? ¿Cómo hacemos para que, una vez que el Estado se entera que hay un pibe que está haciendo un recorrido del delito amateur, podamos transformarle su vida para que no llegue a integrar una banda? Esa es la gran discusión".

A modo de respuesta a esas preguntas, afirmó que una vez que un chico empieza a figurar a temprana edad en el sistema penal "lo tenemos que meter en un programa para evitar que vuelva a entrar" en ese laberinto delictivo, muchas veces sin una salida clara.

"Es por eso que con esos pibes tenemos que hacer todo un trabajo, un seguimiento para que, frente a la primera vez que delinquen, podamos asistirlos. No sólo a ellos sino también, si es necesario, a sus familias".

En ese contexto, consideró como fundamental contar desde el Estado "con una estructura" para resolver el problema del menor que delinque, en muchos casos afectado también por su adicción al consumo de drogas.

"A esos chicos tenemos que mejorarles la salud y hasta alfabetizarlos si es necesario. Vincularlos de un modo tal para que, a medida que van creciendo, ellos encuentren también un oficio", explicó.

"Si nosotros queremos evitar que los pibes maten a alguien tenemos que poder interrumpir ese trayecto delictivo que han comenzado a transitar. Encerrarlos en un instituto ya lo podemos hacer y lo venimos haciendo. Pero evitar que cometa un delito grave es lo que hace que actualmente estemos trabajando fuertemente y de manera interdisciplinaria con otras entidades del Estado para llevar adelante diferentes iniciativas".

La idea, concluyó, es contribuir a la construcción de "una política pública que trate de evitar que lleguemos a esa instancia con los menores. Y eso me parece que es un trabajo muy importante, en el que ya llevamos dos años desde que venimos avanzando en ese sentido".