Es increíble cómo las pasiones de la infancia pueden transformarse en un hobby significativo en la vida adulta. La conexión que Ricardo "Coco" Koerner tiene con las carreras, que comenzó a través de la radio y se fue desarrollando a lo largo de los años, muestra cómo los intereses pueden evolucionar y adaptarse a las circunstancias de la vida.

La construcción de autos de cartón y luego de madera balsa no solo es un ejercicio de creatividad, sino que también refleja un amor por la ingeniería y el diseño. El hecho de que haya realizado una muestra y vendido algunos de sus modelos indica que su trabajo ha sido valorado por otros, lo que puede ser muy gratificante. Además, regalar sus creaciones refleja un espíritu generoso y una voluntad de compartir su pasión con amigos y familiares.

La afirmación de que lo hace "por distracción" sugiere que, para él, este hobby es una forma de escape y relajación, un espacio donde puede expresar su creatividad y disfrutar de algo que realmente le apasiona. Es un recordatorio de la importancia de tener pasiones y hobbies que nos mantengan activos y felices, especialmente en la jubilación, cuando se busca llenar el tiempo de una manera significativa.

Se llama Ricardo Koerner, tiene 91 años y está jubilado como empleado del campo. Pero su amor por los autos de carrera comenzó mucho antes.

"Un auto me lleva dos meses"

En principio, el artesano recordó que "en 1939, tenia 9 años y comencé a escuchar e ir las carreras de autos. Eso me quedó grabado y no paré más.

Después me tuve que retirar por mi trabajo en el campo pero cuando me hacía tiempo iba, aunque sea los domingos".

Un día, hace como 20 años a Ricardo se le ocurrió construir un auto.

Al respecto dijo que "en principio lo hice con cartón, me salió bien y entonces lo empecé a hacer con madera balsa. Y oficialmente comencé a hacer autos de carrera".

En ese mismo sentido manifestó que "después, cuando me jubilé me dediqué a esto. Antes era más difícil. Un auto me lleva dos meses, desde la maqueta hasta pintarlo, tantos de carrera como comunes".

Hasta el momento en estos 20 años viene haciendo ciento y pico de autos.

De la misma manera informó que "en mi casa tengo una vitrina con 50 autos que son de colección, simplemente para mostrar. Casualmente ahora estoy trabajando en el pedido de un amigo".

Con relación a su familia, contó que "está conformada por mi esposa, Elsie Berte y cinco hijos: Adolfo, Germán, María Elsie (fallecida), Pablo y María Elena y 12 nietos".

"A todos les regalé muchísimos autos de carrera, hijos y nietos", expresó.

"Cuando termino un auto me da una satisfacción muy grande"

Del mismo modo el artesano sostuvo cómo es la construcción de un auto y qué siente cuando lo elabora.

"Es una actividad que requiere mucha paciencia, dedicación y soy detallista. Marcó los pasos a seguir: primero dibujo la forma del auto, después lo voy cortando y lo voy armando. Después les coloco los vidrios, los armo adentro, le pongo el techo y después empieza el proceso de pintura (con pintura sintética y pincel) que lleva mucho tiempo".

Con relación a si son réplicas, subrayó que "sí, muchas son réplicas de autos antiguos y otros de ahora, pero cuando termino un auto me da una satisfacción muy grande".

Acerca de que si hace autos solamente fue un rotundo no y explicó, "hice motos, camiones, tractores, carruajes, caballos ensillados, cualquier cosa, me dan una foto y yo lo hago".

Sobre el instrumental especificó que "tengo un cuter, destornillador, limas finitas, lijas, una amoladora también, lleva mucho tiempo. Lleva paciencia y tiempo pero hay momento que tengo que dejar por la vista. Trabajo aproximadamente dos horas día".

En cuanto a las ruedas que son de goma, sostuvo que "compro las planchuelas de goma, las corto, les doy forma y las termino".

Del mismo modo, sobre si de chico Ricardo fue hábil para las manualidades precisó que "no, recién a los 70 años se me dio por hacer esto. Ocurre que yo era muy amigo los Tártara, sobe todo de Carlitos Tártara. Entonces siempre estaba en el taller y cuando preparaban los autos me la pasaba ahí cuando volvía del campo".

"Es un cable a tierra"

Con respecto a los tamaños dijo que son todos iguales pero a grandes escalas no trabaja porque no le da el tamaño de la madera.

Es importante resaltar el rol de su mujer Elsie quien lo acompaña en lo que puede en este proceso, aunque él dice que prefiere estar solo trabajando. Ese rato de tiempo es suyo, se distrae de las preocupaciones, "para hacerlo no puedo distraerme con otras cosas, para mi es un cable a tierra, olvidarse de todas las cosas malas aunque no hay muchas pero que las haya y además me transporta a una época de mi vida pasada".

Para terminar, el habilidoso vecino dijo que no conoce otro artesano que haga autos y que hoy le gusta Franco Colapinto.

"Sigo las transmisiones y tengo autos de Fórmula Uno: de Roberto Mouras de Turismo Carretera, de Juan Manuel Fangio en Formula Uno, entre otros. A mi hijo que tiene casa de remate de hacienda le hice un corral con la manga, una maqueta tapada con vidrio para protegerlo y ahí lo tiene en exhibición".