20 de abril de 2025
La joven de 17 años tiene hipoacusia bilateral profunda, pero su discapacidad no la define. A pesar de la falta de diagnóstico temprano y las dificultades en su recorrido educativo, siempre contó con el apoyo de su familia, especialmente de su mamá Cecilia y su papá Marcos. En su casa, el fútbol es una tradición que comparte con sus hermanos, Diego y Cira, y la pasión por Chacarita la lleva en el corazón. Gracias a su talento y dedicación, Juana fue convocada para integrar "Las Castoras", la Selección Argentina de Futsal Femenino de Personas Sordas, demostrando que con actitud y esfuerzo, los sueños se pueden cumplir.
Por Laura Méndez
De la Redacción de El Tiempo
Juana Vidal tiene 17 años y una discapacidad llamada hipoacusia bilateral profunda, pero es mucho más que un diagnóstico. Su vida está llena de pasión, esfuerzo y superación, y representa un verdadero ejemplo de actitud y valentía.
Aunque su mamá, Cecilia Porta, no puede asegurar si Juana nació con esta condición, debido a la falta de detección temprana y la negligencia de algunos establecimientos educativos por los que pasó, eso no impidió que su hija se desarrollara con fuerza y entusiasmo. A su lado, siempre estuvo su papá, Marcos, acompañando en cada paso. En esa familia el fútbol es una herencia: tanto él como Juana y sus hermanos, Diego (21) y Cira (14), jugaron o juegan a la pelota, por lo que la pasión por el deporte -y por el Club Chacarita Juniors- está en su sangre.
Desde muy chica, Juana encontró en la pelota una forma de expresarse. Pese a los obstáculos, nunca dejó de entrenar, de aprender y de disfrutar el juego. Su entrega dentro de la cancha no pasó desapercibida, y fue justamente esa combinación de talento, garra y amor por el fútbol lo que la llevó a ser convocada a integrar la Selección Argentina de Futsal Femenino de Personas Sordas, más conocida como "Las Castoras".
Ser parte de un equipo nacional no es algo que se consiga de un día para el otro. Juana llegó hasta ahí por mérito propio, rompiendo barreras, demostrando que la discapacidad no es un límite cuando hay pasión, esfuerzo y una red de afectos que acompaña.
Hoy, su historia inspira no sólo a quienes atraviesan situaciones similares, sino también a quienes necesitan un recordatorio de que los sueños, con esfuerzo y convicción, pueden hacerse realidad.
De hecho están reuniendo fondos porque en junio va a jugar el mundial en Italia en esa categoría.
"En mi familia somos todos funebreros"
En primer lugar Cecilia y Juana dialogaron con este medio.
Juanita comenzó diciendo que "juego al fútbol desde los 8 años. Comencé en inferiores con varones en Chacarita (porque en ese momento no había escuelas femeninas) hasta que encontramos una escuelita en Athletic. Pero después pasaron cosas y me pasé a Alumni. Volví a Cacharita a los 14 años".
Su mamá aclaró que "es decir empezó a jugar en Chacarita en Inferiores porque quería entrenar como su hermano mayor que hoy juega en Primera de Chacarita. Pero lo único que había para las nenas era integrarse a un Inferior de varones. Después pasó a la primera escuelita de mujeres es la de Alumni".
"Cuando la profe se fue, se llevó a la mayoría de las chicas a Alumni. Pero Juana no quería jugar con la camiseta de ese club porque en mi familia somos todos funebreros".
"Así que quedó entrenando ahí y cuando cumplió 14 años -que es cuando en la Liga de fútbol de Azul podes empezar a jugar en Primera (las nenas de 14 se mezclan con las de 40 años)- se pasó a Chaca", sostuvo Cecilia con orgullo.
"Después la convocaron para jugar un Federal con Athletic, cuando salió campeón. Y viajó para todos lados con Athletic. Después ya la convocaron de Athlético Tapalqué y hace 2 años que está jugando ahí siendo jugadora de Chacarita".
"Juana va a ir a Italia"
De la misma manera, Cecilia continuó "a Juana la convocaron para jugar en la selección femenina de Futsal de sordos desde el cuerpo técnico. Primero fue a una preselección, quedó para el Sub-21 y después nos llamaron para que vaya a jugar con la selección mayor el Mundial de Italia en junio y aceptamos. Juana va a ir a Italia".
Resulta que comentó que "su tío vive en Buenos Aires y uno de los jugadores de la selección masculina de sordos que se llaman 'Los Jabalíes' es cliente de él. Le mostró unos videos de Juana jugando e inmediatamente la llamaron".
De este mundial participan países de Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, entre otros.
El pasado jueves en CESUAR, se realizó el partido exhibición del equipo de la Selección Argentina Femenina de Futsal de personas sordas "Las Castoras", quienes se enfrentaron a la Escuela Municipal de Fútbol PCD.
"Con participar ya estoy ganando"
Consultada Juana si pensó que iba a llegar tan lejos, comentó que "no, pensé que me iba a quedar en Sub -21 porque veía que en Primera estaban listas pero no pensé que me iban a llamar para jugar en Primera, estoy muy feliz y emocionada y espero que ya llegue el día. Con participar ya estoy ganando".
Cecilia se sumó a la charla mencionando que "es otra vida, va a estar en el CeNAD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) donde estuvo el fin de semana pasado. Ahí llevan una vida de deportista, les dan comidas sanas, entrenar mucho, hay unos gimnasios deslumbrantes. Y Juana queda incomunicada de las compañeras porque ellas hablan en lenguaje de señas. Así que está aprendiendo".
Juana amplió "las chicas me decían que tenía que aprender lenguaje de señas y cuando fui el fin de semana largo al CeNAD y estuve practicando con las chicas de Primera, -charlando porque algunas chicas son hipoacúsicas, me corrigieron- pero hay una intérprete que nos transmite todo".
Actualmente Juana forma parte de la Promo 2025 ya que está en el último año del nivel secundario. Concurre a la Escuela Normal.
Con relación a quién o en qué se inspiró en jugar al fútbol, mencionó que "de chica lo veía a mi hermano jugando a la pelota y siempre me dieron ganas de jugar pero siempre lo hice sola, aprendí sola. Además mi papá también jugaba y se juntaban con mi hermano en la pista de skate, en el Parque y siempre se me despertaban las ganas. Después llegó mi hermana más chica Cira, quien también aprendió a jugar y hoy juega en Chacarita".
"Estamos reuniendo fondos"
También Cecilia habló de que están reuniendo fondos para que el equipo pueda viajar a Italia.
"Para que vaya todo el equipo son 90 millones, hoy lo único que faltarían son 16 millones, o sea que se juntó un montón a través de fundaciones, de empresas de Buenos Aires se consiguieron sponsors. La AFA no les da nada. De hecho la indumentaria que tienen, cuenta con 10 años de antigüedad".
"Creo que tanto la Secretaría de Deportes de la Nación como la AFA tiene presupuestado cierta partida para los deportes que van a competir a nivel mundial representando a la República Argentina. Hay chicas de todo el país, hay de Neuquén, de Formosa, Tucumán y Mendoza y Juana es la única de la Provincia de Buenos Aires".
En el caso de que alguien quiera colaborar con Juana lo puede hacer comunicándose al 2281-15305270 y lo pueden pagar de manera virtual a través del alias 'Juana Mundial' que está a mi nombre la cuenta y me pueden mandar el comprobante a través de whatsapp.
Resulta que para la gente que lo hizo antes del jueves, pudo asistir al Club CESUAR a las 14 horas ya que se jugó un partido exhibición del equipo de la Selección Argentina Femenina de Futsal de personas sordas "Las Castoras", quienes se enfrentaron a la Escuela Municipal de Fútbol PCD y la Primera del femenino del Club San José.
"Queremos que Las Castoras se hagan más conocidas y que puedan viajar al mundial", dijo Porta.
"Se reunieron 300.000 pesos pero fue una jornada muy positiva", agregó.
La historia de Juana
En segundo término, Cecilia contó cómo fue y es la historia de Juana.
"Juana es la del medio, está Diego de 21, Juana de 17 y Cira de 14 años. El mayor es el que está jugando en Primera de Chacarita y la menor en Sub-13 del mismo club. Marcos, el papá de mis hijos jugaba en Chacarita y yo también jugué pero ya estoy grande" (risas).
"De hecho dejé de jugar porque de adultos somos conscientes que asumimos un compromiso y si tengo que ir todos los días a entrenar, no lo hago", señaló Cecilia.
Con relación al diagnóstico de Juana, sostuvo que "no sabemos si nació así. Ocurre que a los 2 años yo le decía al pediatra que Juana era muy viva, pero que no hablaba y era raro que no hablara. Después empezó el jardín en la escuela Normal, hasta que me comunicaron en el jardín que leían un cuento y que Juana se levantaba y se iba, que no le importaba".
"Posteriormente hablé con el médico y me dijo, 'puede ser que sea tímida'. Ya después cuando me dijeron que había que hacerla evaluar les sugerí que lo haga el equipo de la Escuela Especial 505. Me buscaron 1000 vueltas hasta que fui al Consejo Escolar y me crucé con José 'Pepino' Tedesco que lo conocía porque íbamos a patín cuando éramos chicos. En ese momento él era consejero escolar y le conté, no sé qué hizo, pero en menos de una semana estaba el equipo de 505 evaluando. Me dijeron que tenía que llevarla al pediatra para que le mande a hacer ciertos estudios porque para ellos Juana no escuchaba", recordó.
Continuó "en la Escuela Normal me dijeron que el jardín no era adecuado para ella, que tenía que ir al jardín de 505. En ese momento yo no me di cuenta, ya con los años cuando fui recorriendo este camino de la discapacidad uno aprende, pero fueron negligentes, porque hoy no te pueden decir que a tu hija la mandes a una escuela especial, no porque tenga algo de malo porque Juana va a contra turno a la escuela 505, pero vulneraron totalmente sus derechos y los míos, porque no me dejaron decidir".
Aseguró que "pero por eso, como decía anteriormente, cuando uno ignora los derechos de las personas con discapacidad y que uno tiene como familia, te pasan por arriba".
Siguió con la historia: "entonces fue al jardín 505. Siempre pensaba en su futuro, por ejemplo que tenía que empezar la primaria, y dónde la ubicaba para que no sufra discriminación, me recorrí todas las escuelas rurales hasta que nos quedamos con la Nro 36. Elegí esa escuela porque son menos cantidad de chicos. Fue hasta cuarto grado porque ese año le sacaron la combi rural que la pasaba a buscar todos los días".
Coincidentemente Cecilia agregó que "el año que le sacaron la combi fue el mismo que justamente se inauguró la nueva sede de la escuela Nro. 505. Hubo un acto al que vino el ministro de Educación de la Provincia que estaba en ese momento y además se contó con la presencia de inspectora distrital y el resto de las autoridades educativas y llamaron para que los padres vayamos. Entonces, en un momento, preguntaron si algún padre quería dar una devolución y yo le di la mía. Le dije lo que me estaba pasando con la combi. Así que como resultado le querían devolver la combi, ya Juana había tenido que empezar en la Escuela Nro 2 y mi miedo era que había 30 alumnos en cada salón y si el equipo iba a poder llevar adelante a Juana porque era la atención dentro del salón. Si la maestra iba a poder adaptarse porque no todos los maestros están preparados para estar con una persona con discapacidad".
Porta prosiguió "recorrí un par de recomendaciones de escuelas secundarias - yo y mis hijos fuimos a la Escuela Normal- me hablaron muy bien de Piloto. Así que Juana fue allí hasta que en segundo año me dijo, 'Mamá, yo quiero ir al Normal como van mis hermanos'.
"Fue todo un desafío porque la Escuela Normal ahí ya estamos hablando de 30 o más alumnos dentro de un salón, pero con un proyecto de inclusión la va remando...."
"Sufrí discriminación"
En otro tramo de la charla madre e hija comentaron una situación no muy agradable que tuvieron que atravesar con profesores de computación y de biología de la Escuela Normal.
Juanita recordó que "el profesor de computación también tenía conflictos con otras alumnas y yo no le entendía nada lo que me explicaba. Hablé con mi MAI (maestra para la inclusión) de 505, Anabella Egger y un tiempo cambió pero después volvió a lo mismo".
Su mamá agregó que "con la profesora de biología pasó en una circunstancia similar, a veces Juana no llega a la comprensión de todo, y la docente dijo que siempre había un problema conmigo y quedé en shock. Con ambos profesores sufrí discriminación".
En resumen, Cecilia aclaró que "mi hija sufrió, actualmente va a las actividades de la Promo, no es muy salidora pero intenta estar con sus compañeras, ya tiene el traje, fue el UPD. Y además en contra turno va a la 505 donde le adelantan contenidos de las materias y Anabella tiene mucho que ver con esta ayuda".
Para terminar, Cecilia contó que "Juana tiene un implante y un audífono. El implante se lo colocaron en el 2016 y el audífono lo lleva desde los 3 años y medio".
"Próximamente me van a cambiar el implante que se maneja con una App en el teléfono porque ya termino de estudiar y tengo que trabajar... me gustaría despachar nafta, trabajar en una estación de servicio", terminó diciendo Juana.
Juanita: "...de chica lo veía a mi hermano jugando a la pelota y siempre me dieron ganas de jugar pero siempre lo hice sola, aprendí sola. Además mi papá también jugaba y se juntaban con mi hermano en la pista de skate, en el Parque y siempre se me despertaban las ganas".
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