Adrián Casella quiso rendir homenaje a su padre, quien falleció en 2020, reviviendo uno de los recuerdos más significativos de su infancia. Hace 50 años, su papá compró su primer Fiat 600 0 km. y, junto a su esposa y sus cuatro hijos, realizó un inolvidable viaje a Necochea para conocer el mar. Aquel momento quedó grabado en la memoria de Adrián, quien se enamoró de la ciudad balnearia.

Las vueltas de la vida llevaron a Adrián a instalarse en Necochea, donde formó una familia y reside actualmente. El pasado jueves, a sus 62 años, decidió revivir aquella experiencia, realizando el mismo viaje solo, en un Fiat 600 del mismo modelo que el de su padre. Con este emotivo gesto, Adrián homenajeó no solo a su papá, sino también a los recuerdos y el legado familiar.

El comienzo de todo...

Adrián Casella nació en San Cayetano, aunque vivió en Azul desde los 6 años. Cursó sus estudios primarios en la escuela 28 y la mitad del secundario en el Colegio Nacional y en Sagrada Familia. Cuando terminó la primaria, su papá Alfredo compró su primer auto 0 kilómetros que era un Fiat 600.

En primer lugar contó que "en ese auto en el año 1975 los cuatro hermanos, mamá y papá hicimos un viaje a Necochea y conocimos el mar. Siempre me quedó esa experiencia en la cabeza".

Amplió que "el año pasado unos amigos sabían que yo quería tener un Fiat 600 y me lo compré en Necochea, lugar donde resido hace muchos años. Entonces, cuando conseguí este auto, ahora casualmente se cumplen 50 años del egreso del primario, me reúno con todos mis compañeros. Y hablando con mis hijos me sugirieron que me venga en el 'Fitito' a Azul".

Adrián realizó un paréntesis contando qué ocurrió desde el primer viaje a éste.

"Cuando estaba cursando cuarto año en Sagrada Familia, trasladaron a mi papá para la gerencia del Banco Provincia en Necochea y al mismo tiempo ingresé a trabajar en el banco en Azul. Entonces no terminé 5to. en Azul, sino que ellos se fueron, en el año 1979 y yo atravesé las inundaciones en Azul, lo cual fue tremendo".

Continuó "en septiembre de 1981 llegó un nuevo gerente y me trasladó para que esté con mi familia aunque yo no me quería ir".

Insistió "así que ingresé al banco el 14 de enero del 80, mi papá se fue en ese año y yo me quedé solo con mi hermana mayor viviendo en Azul. En septiembre del 1981 se abrió una sucursal y me dieron el traslado, e hice toda mi carrera bancaria en: Necochea, Tandil, González Chávez hasta que me retiré en el 2017 en Necochea. Tengo dos hijos y cuatro nietos".

"Retrocedí 50 años"

Es importante destacar que gran parte de esta nostálgica aventura se la debe a sus hijos.

"Cuando falleció mi papá en el 2020, me quedaron muchas cosas en el tintero y yo cada vez que cuento que conocí el mar en un Fiat 600 y ahora lo tenía, mis hijos me sugirieron ¿por qué no te vas con el 'Fitito' a Azul?. Yo les dije '¿están locos?' porque estamos acostumbrados a tener autos nuevos modernos, pero lo pensé.... Así que fui al mecánico, me dijo que está listo para viajar, que le revise las gomas, y hoy (jueves) a las 11:30 de la mañana llené el tanque".

"Agradezco a mi sobrino, Mirko Stremel que tiene conocidos en toda la zona. Porque cuando llegué a 'La dulce', había un cliente con su camioneta que me preguntó cómo iba. Posteriormente me esperó otro muchacho en Juárez y en Chillar, más que nada para no quedarme tirado en la ruta donde a veces no hay señal. De chillar para acá 67 km. ya venía más tranquilo".

Reflexionó emocionado que "realmente retrocedí 50 años.

En un viaje familiar de los cuales uno de mis hermanos ya no está y mi papá tampoco. Entonces para mí estas tres horas y pico que tardé fueron reencontrarme con un montón de cuestiones internas tanto de uno como de la familia y de valorar un montón de cosas. La verdad que venía tan contento, tan contento, que cuando llegué Mirko me dijo 'tío, ya las postas me comentaron que viniste bien, el autito anduvo bárbaro.... y me preguntó ¿por qué tenes los ojos así?, le respondí 'porque más de la mitad del camino vine llorando'. Fue una mezcla de emociones, porque mi papá no está. Yo siempre lo conté pero nunca pensé que iba a tener la revancha de volver en el mismo auto, porque en este viaje hice dos homenajes: uno a mi papá que ya no está y otro al 'Fitito' que compré que es el mismo modelo que fue su primer auto 0 Km.

Entonces se me juntaron los sentimientos".

Además Adrián contó que "tengo a mi mamá que tiene 84 años, vive el Mar de Plata con mi hermano más chico. Nosotros, en total éramos cinco pero en ese viaje fuimos cuatro porque el más chiquito todavía no había nacido o sea, mamá no había quedado embarazada ya que Mauro nació en el 76. Después tengo a Patricia, la mayor que es la mamá de Mirko que vive en La Plata, después le sigo yo, más chica era Giselle que falleció el año pasado con 56 años y Juan Pablo que está en Necochea conmigo".

De la misma manera señaló que "entonces cuando hablé con mis hermanos de lo que iba a hacer ellos querían viajar a Necochea y venir todos juntos y les dije que no porque no lo hacíamos nunca y acá estoy fue una experiencia" (risas).

"El homenaje a mi papá contempló agradecerle que mi conexión con el mar llegó ese día"

En otro tramo de la conversación que Casella tuvo con este diario, apuntó que "este viaje fue maravilloso, te toca las entrañas por los que no están, por haber conocido el mar, -que después por las funciones del banco anduve por casi toda la provincia de Buenos Aires- pero es mi lugar en el mundo. Amo la playa, es una conexión hermosa".

Al mismo tiempo hay que destacar la actitud de gratitud.

En este marco resaltó que "estuve bendecido hasta con el día porque salí a las 11:30 de la mañana, me cargaron en la YPF y me dicen 'Adri te vas al final', enfoco la ruta y el sol a pleno las 3 horas y media con el solcito'.

Remarcó que "el homenaje a mi papá contempló agradecerle que mi conexión con el mar llegó ese día".

"El mar para mí es todo, mis hijos nacieron ahí, mis nietos también. Entonces nada ¿cómo caigo en Necochea? Porque a mi papá se le ocurrió que nosotros teníamos que conocer el mar. Y además no era Mar del Plata, ni Miramar, era Necochea", apuntó.

¿Por qué Necochea?

En otro tramo de la charla explicó el por qué del destino.

"Mi papá cuando era jugador de fútbol profesional jugó siempre para la Liga de González Chávez y San Cayetano y jugaban en la Liga de Necochea entonces él conocía, sabía cómo eran las playas, tenemos 80 Km. de costa, tenemos de la lengua del agua hasta la avenida 100 metros en algunos lugares, entonces dijo 'tengo cuatro hijos, ¿qué mejor que conozca el mar a este nivel? y nos atrapó, de hecho salvo Patricia, la mamá de Mirko que está en La Plata por cuestiones laborales, los demás nos quedamos todos en dicha ciudad".

Reiteró "vine más de la mitad del viaje llorando, pero bien, lleno de agradecimiento, un camionero me hizo seña de luces, se me paró una camioneta muy grande, el tipo se me puso a la par, la rueda era gigante y bajó el vidrio, me preguntó '¿a cuánto venís'? 'a 80 le digo todo el viaje'. '¡Estás loco!' bromeó y ya habíamos pasado Juárez... y todas esas cosas es retroceder en el tiempo.

Además de esa nostalgia que traje todo el viaje: yo tenía 14 años cuando viajamos y Azul...."

Más recuerdos

El aventurero también sostuvo que "gracias a Dios, Mirko va a verme todos los veranos y ahora pude reunir a mis compañeros de primaria que hace 50 años que no veo. Así que a fin de año nos reunimos. Armé un grupo de WhatsApp y qué lindo lo que me pasa porque me lo dicen '¿cómo puede ser un tipo que vive 300 Km. nos venga a unir a nosotros que vivimos la misma ciudad'?".

Resulta que explicó que "había venido hace un tiempo y los visité uno por uno, también fue un momento de mucha emoción, los iba a visitar de a cuatro todos los días y me saqué una foto con todos pero en forma individual. Cuando visité al último las publiqué en el grupo".

A partir de ahí siguió emocionado, "comenzaron a aparecer historia familiares, esposas y maridos, hijos que recordando por la inundación del 80 no me quedó nada porque se fue todo bajo agua pero una de las chicas sí tenía material y cuando me mostraron las fotos, yo conocí a los maridos y nos poníamos a hablar fue más que emotivo".

Ejemplificó que "con Marcela Rodríguez me pasó algo muy especial porque era mi compañerita de banco, chiquitita, de colitas, no me la olvido más y salimos así en la foto. Y cuando le toqué timbre estaba igual, solo que llevaba lentes y salió el marido me dijo que pase. ¿Qué le pasó? le pregunté. Es que estábamos todos muy emocionados".

Para terminar, reflexionó que "retrocedí 50 años en mi vida, con mis compañeros de colegio y el viaje fue agradecerle a mi papá.

Mi conexión con el mar y cuando tuve el medio que es este autito no te puedo cuantificar la sensación que tengo, hay mucha gente le puede haber pasado pero yo nunca lo viví.

Trabajé 38 años en el banco y lo único que hice fue trabajar, me separé muy joven, ahora disfruto de mis nietos y en octubre cumplo 63 años".

"Vine más de la mitad del viaje llorando, pero bien, lleno de agradecimiento, un camionero me hizo seña de luces, se me paró una camioneta muy grande, el tipo se me puso a la par, la rueda era gigante y bajó el vidrio, me preguntó '¿a cuánto venís'? 'a 80 le digo todo el viaje'. '¡Estás loco!' bromeó y ya habíamos pasado Juárez... y todas esas cosas es retroceder en el tiempo. FOTOS NACHO CORREA