Varias acusaciones afronta un soldado voluntario del Ejército que fue detenido el pasado miércoles en Azul como el probable autor de una serie de hechos de violencia de género que en su totalidad tienen como víctima a su ex pareja.

Transitoriamente había quedado privado de la libertad en la Seccional Primera local de Policía, a la espera de que se consiga un cupo desde el SPB para su traslado a una unidad penal. Y voceros judiciales y policiales lo habían identificado como Joel Exequiel Rodríguez.

Tal lo que EL TIEMPO informara en su edición web, su detención se hizo efectiva hace cuatro días en horas de la tarde, cuando la casa donde se domicilia -situada sobre la calle Avendaño- había sido allanada por personal policial.

En aquella diligencia se incautó una navaja que estaría relacionada con uno de los hechos de violencia machista que le imputan al joven. Y también se recogieron una carabina y una escopeta, armas de fuego de las cuales se procuraba determinar si el investigado cuenta con las debidas autorizaciones legales para sus respectivas posesiones.

Rodríguez tiene 21 años y en las actuaciones penales se refiere que desempeña tareas como soldado voluntario en la Guarnición Ejército Azul, en el Grupo de Artillería Blindado 1.

Este jueves que pasó, un día después a que se hiciera efectiva su detención, había sido trasladado a los tribunales de Azul para ser indagado por los ilícitos que le imputan. Y durante esa audiencia, desarrollada desde la Fiscalía especializada en Violencia Familiar y de Género que está a cargo de Marcelo Fernández, el joven optó por no declarar, refirieron voceros judiciales.

A solicitud del Fiscal titular de la UFI 1, tanto la detención de Rodríguez como el allanamiento en la casa donde se domicilia fueron medidas ordenadas desde el Juzgado de Garantías 3 por el magistrado Javier Barda.

A través de lo investigado, son tres hechos en perjuicio de la misma mujer los que ahora le atribuyen al joven en calidad de "autor". Y los mismos, respectivamente, están definidos por los delitos de lesiones leves agravadas y coacción; violación de domicilio, privación ilegal de la libertad agravada, lesiones leves agravadas, coacción agravada y daño; y desobediencia y coacción. Y en su totalidad, esos ilícitos son considerados como cometidos por el ahora imputado "en concurso real de acciones".

Una mujer hostigada, amenazada y agredida

Durante los pasados días domingo, lunes y martes están situados como sucedidos los hechos que le atribuyen a Rodríguez.

Todos esos incidentes fueron protagonizados por el joven en el marco de lo que desde la imputación ha sido definida como "una relación de maltrato físico y psicológico habitual" en que mantuvo inmersa a la mujer -de 32 años de edad- que hasta tiempo atrás fue su pareja.

En las actuaciones penales se refiere también que el detonante para que esta sucesión de episodios de violencia machista ocurriera había sido la decisión de la víctima de cortar el vínculo con Rodríguez.

De esa manera, el pasado 20 de octubre el ahora detenido cometió el primero de esos hechos.

En horas de la tarde de aquel día domingo, lo primero que el soldado voluntario hizo fue enviarle desde su teléfono celular una fotografía a su ex pareja, la cual ella recibió cuando estaba en su casa.

La imagen era bastante intimidante: mostraba una mochila abierta que en su interior tenía una soga, acompañada por un mensaje que decía que en ese entonces él estaba yendo hasta la casa de la víctima.

No bien se hizo presente en ese inmueble -se describe también con relación a las características que tuvo aquel episodio ocurrido hace una semana- Rodríguez "comenzó a insistir en retomar la relación" con la mujer, a quien también empujó, lo que hizo que diera su cabeza "contra la manija de una cámara de frío".

La agresión continuó, ya que el joven la tomó de los hombros, comenzó a zamarrearla y le expresaba textualmente: "Vos tenés que entenderme que yo quiero estar con vos".

Si bien Joel Exequiel Rodríguez se retiró de la vivienda de su ex pareja, cuando faltaban algunos minutos para la medianoche del domingo pasado - evidenciando una vez más una clara actitud hostil y agresiva hacia la víctima de estos hechos de violencia de género- le envió otro mensaje telefónico. "No voy a parar hasta tenerte conmigo otra vez... te voy a seguir por cielo y tierra... hasta en los sueños...", le advirtió.

A causa de la agresión que horas antes había sufrido, la mujer resultó con un "dolor en la nuca, traumatismo de cráneo, traumatismo de cuello y hematomas en ambas muñecas", lesiones que legalmente fueron consideradas como leves y que ocurrieron en ese ya referido "contexto de violencia de género".

El lunes que pasó, alrededor de la hora 22, el ahora detenido volvió a hacerse presente en la casa donde vive su ex pareja. Y a esa vivienda -teniendo en cuenta que le había sido dictada una perimetral- ingresó sin autorización, cuando la víctima estaba cocinando.

En esas circunstancias, lo primero que hizo fue cerrar la puerta del inmueble con llave, para asegurarse que su víctima no pudiera huir. Después, empezó a recriminarle diferentes situaciones y le arrojó en el rostro unas papas fritas -que estaban calientes porque su ex pareja recién las había cocinado- junto con el recipiente donde estaban colocadas, causándole una lesión leve en su cara.

Lo que vino después para la víctima fue más grave: la obligó a quitarse su pantalón y a que se sentara en la cama. "Vas a hablar", le decía al mismo tiempo que, con una navaja que portaba, comenzó a darle puntazos hasta destrozarlo al colchón donde la mujer permanecía sentada.

"Vos vas a hablar porque yo a vos te mato", le decía también el agresor a su ex pareja; mientras ella intentaba protegerse para que ninguno de los puntazos en el colchón la dañara.

Lo concreto fue que Rodríguez se recostó junto a su víctima en la cama. Y finalmente se fue de la casa cuando ya era alrededor de la hora cinco del pasado martes, tras privarla ilegítimamente de su libertad y amenazarla valiéndose de la violencia, tanto física como psicológica, que ejerció sobre su ex pareja.

El tercero de los hechos por los que ahora el efectivo del Ejército está detenido ocurrió el martes pasado, un día antes de que se concretara su arresto.

Pasado el mediodía, desde su teléfono celular comenzó a enviarle mensajes de texto a la víctima.

A través de esas comunicaciones pedía que le respondiera. Y le advirtió que, de no hacerlo, "voy y me limpio delante de tu casa".

Además de que la llamó varias veces sin que la mujer lo atendiera, finalmente Rodríguez dejó de intentar comunicarse con ella cuando ya habían pasado algunos minutos de la hora 19 de este martes pasado.

El accionar que desarrollara aquel día derivó en que vulnerara la ya referida perimetral que seguía vigente, cautelar a través de la cual un juez de Garantías le había prohibido mantener cualquier tipo de contacto con su ex pareja teniendo en cuenta los incidentes que ya venía protagonizando desde el domingo pasado, cuando comenzó a molestarla por teléfono porque se había enterado que la noche anterior ella había salido a bailar.

El dato

Desde el año pasado, en perjuicio de la misma víctima, Joel Exequiel Rodríguez registra dos causas penales más donde figura también como imputado. En una de esos sumarios, por el delito de "violación de domicilio". Y en el otro, por "lesiones leves agravadas y violación de domicilio en concurso ideal".

Lo que la mujer víctima había contado

Entre los elementos valorados para ordenar el miércoles que pasó la detención del soldado voluntario Joel Exequiel Rodríguez por estos hechos de violencia de género, el juez de Garantías Javier Barda aludió a lo que la propia víctima había referido cuando denunció a su ex pareja.

No bien lo conoció, esa mujer contó que comenzó a advertir diferentes actitudes del joven que se traducían en que sufriera violencia física y otro tipo de ataques, tal como ocurrió en una ocasión en que le rompió su ropa.

A pesar de que la víctima intentó varias veces ponerle fin al vínculo con el ahora detenido, Rodríguez "siempre insistía con retomar" la relación, motivo por el cual solía aparecer por sorpresa en la casa de su ex pareja para controlarla.

Aquello derivó en que en algunas oportunidades ella tuviera que llamar a la Policía, por lo que al hacerse presente en su domicilio los efectivos de seguridad el investigado se iba.

La insistencia del joven para volver a estar con la víctima de este caso de violencia machista hizo que terminara siendo archivada una denuncia anterior que ella formulara contra él.

Pero cuando nuevamente estuvieron juntos, esa mujer continuó padeciendo violencia, por lo que decidió separarse definitivamente del varón que ahora está detenido.

"Se aprecia de las particulares circunstancias del caso que el imputado, mediante un accionar constante en los últimos tiempos, ha ejercido violencia en contra de su ex pareja", sostuvo el juez de Garantías Barda en la resolución a través de la cual ordenó hace cuatro días la detención del denunciado.

"Todos los hechos ocurrieron en el ámbito de violencia doméstica" y "tienen por víctima a una mujer cuya vulnerabilidad se encuentra por demás acreditada y es aprovechada por el encartado, constituyendo ello un importante indicio de que la medida cautelar deviene necesaria", puede leerse también en lo dispuesto.

"Las conductas asumidas por Rodríguez con escalada en su violencia contra la víctima y las reiteradas desobediencias a una orden judicial demuestran la necesidad de evitar la reiteración y el agravamiento de las intromisiones en la vida de la misma", concluyó el Juez garante.

Además, para ordenar esta detención el magistrado tuvo en cuenta el accionar desarrollado por el acusado y "la gravedad de los hechos denunciados".

"El único mecanismo cierto y proporcional de resguardo de la integridad física y psicológica de la víctima, como también de los fines del proceso, resulta ser la detención del imputado", sostuvo el Juez de Garantías que de manera subrogante entiende en esta causa por violencia de género.