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Lic. Nicolás Tumminaro (*)

El 2 de septiembre se conmemoró el Día de la Industria en la República Argentina y, sin lugar a dudas, es una importante ocasión para reflexionar y pensar sobre el futuro del desarrollo económico y social en nuestro país y en el Partido de Azul.

El siglo XXI, un siglo de transformaciones sin precedentes

Asistimos a una hora de transformaciones productivas sin precedentes en términos históricos. Las nuevas tendencias mundiales están provocando cambios acelerados en la dinámica industrial global, generando un impacto directo en la transformación de los procesos productivos con importantes consecuencias en los capítulos locales, es decir, las regiones y ciudades.

En ese sentido, los temas más significativos de la agenda industrial en general son la digitalización y la automatización de la producción, el cuidado del medio ambiente y la inyección de nuevas tecnologías en pos del desarrollo sostenible. Esta serie de acciones y acontecimientos han generado grandes alteraciones en el desarrollo de las cadenas de valor mundial, sobre todo después de la pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania.

El siglo XXI es testigo del surgimiento de importantes conceptos en lo que respecta al desarrollo industrial, como el fenómeno de la Industria 4.0 referida a las innovaciones productivas con base en I+D (Investigación y Desarrollo) y el surgimiento de la inteligencia artificial. En Argentina, la Industria 4.0 es un fenómeno incipiente e importante. De acuerdo con un relevamiento del Centro de Estudios UIA (CEU) realizado en 2021, una de cada cuatro empresas industriales utilizaba más de tres herramientas con tecnología 4.0.

En este contexto, tanto la digitalización como la sustentabilidad empiezan a aparecer como condicionantes para la competitividad, lo que implica un gran desafío de cara al futuro. Si antes se requería concentrar esfuerzos para estimular el desarrollo de empresas productivas con capacidades de competir dentro del mercado nacional e internacional, ahora también deben ser digitales y sustentables.

En nuestro país podemos observar que existe un interesante fenómeno vinculado al desarrollo industrial sustentable, siendo cada vez más frecuente la proliferación de Pymes que inyectan tecnología para ser más amigables con el medioambiente o, también, importantes experiencias de reciclado y gestión de residuos. Además, en esa misma línea, las empresas que utilizan energías renovables para el desarrollo de sus actividades lideran la transición energética.

El desafío de la nueva industria a nivel territorial

Sin dudas, esta transformación global de la actividad industrial impacta de lleno en la primera trinchera: las ciudades y regiones, que son donde se pueden apreciar las diversas consecuencias del fenómeno. Vivimos en una era interurbana donde las ciudades han adquirido un peso específico y determinado en la agenda global. En las ciudades, todo ocurre, todo confluye y constituyen el escenario primigenio en donde se empiezan a gestar las alteraciones de los entramados socio-productivos que ocasionan estos acontecimientos de escala mundial.

Cierto es que hay ciudades que tienen condiciones y recursos energéticos, tecnológicos, institucionales y formativos para hacer frente a esta transición; es decir, son territorios mejor preparados para afrontar desafíos productivos que impliquen modificaciones tan sustanciales sin perjudicar a los trabajadores o a los sectores más vulnerables. El futuro del trabajo es una agenda que está teniendo mucha importancia en las ciudades y los territorios frente a los procesos de automatización y robotización.

Resulta clave poder avanzar hacia una agenda de localización de estas dinámicas globales acorde al desarrollo productivo del siglo XXI en las comunidades, entendiendo que las estrategias asociativas y la gestión público-privada son herramientas fundamentales para el desarrollo de la industria local.

Azul camino al Bicentenario, una oportunidad para el desarrollo

Desde el inicio de la gestión del Intendente Municipal Nelson Sombra se están impulsando diferentes políticas desde un enfoque transversal, con el objetivo de poner en marcha una agenda productiva integral para el Partido de Azul, con la vocación de fortalecer las capacidades del ecosistema empresario y emprendedor, promoviendo escenarios de vinculación entre los actores de nuestro entramado productivo, haciendo hincapié en la puesta en valor de la industria local, la promoción de negocios y en la proyección regional, nacional e internacional.

Esta apuesta tiene como ejes centrales: la vinculación con los sectores económicos, promoviendo buenas prácticas y soluciones sostenibles a largo plazo con vistas a fortalecer las cadenas de valor local con base en la ciencia, la tecnología y la innovación para el desarrollo de Azul como un nodo de producción agroalimentario, con un destacado perfil logístico en la Provincia de Buenos Aires y en la República Argentina.

En esta apuesta, los parques industriales de Azul (PIDA I y SIPA II), constituyen un capítulo pendiente para el desarrollo industrial del territorio. Tienen un enorme potencial para generar atractividad y posicionamiento, pero antes es importante subsanar deficiencias y errores que permanecen desde la inauguración de ambas unidades.

En ese marco, se está impulsando el Programa de Regularización del Sector Industrial Planificado II, que está destinado a otorgar mayor seguridad jurídica al agrupamiento industrial y mejores condiciones de radicación, como así también apuesta por darle organicidad al entramado empresarial del parque. En este sentido, se trazó una hoja de ruta que promueve la regularización dominial y el incremento de los titulares de dominio en la unidad industrial.

Para esto, se conformó un equipo multidisciplinario con otras áreas del gobierno para acompañar el dispositivo de escrituración. A mayor número de titulares de dominio, se incrementan las posibilidades y mejoran las condiciones para la formalización del consorcio público-privado y del ente administrador del parque industrial. También, el programa busca que los empresarios puedan formalizar su situación dominial para tener mayores facilidades a la hora de acceder a créditos. La seguridad jurídica del SIPA II es vital para poder fortalecer la posición del sector industrial ante el RENPI (Registro Nacional de Parques Industriales) y poder acceder a estímulos financieros.

Hoy en día, la industria como actividad económica ocupa en Azul el 12 % en términos del Producto Bruto Geográfico. Sin dudas, la llegada del nuevo transformador de TransBA, para el período 2025/2026, repotenciará en un 50 por ciento la matriz energética del Partido y permitirá poner en marcha un dispositivo de atracción de capitales con base en la generación de empleo genuino y desarrollo económico.

Será una tarea conjunta de la gremial-empresaria trabajar para que Azul vuelva a jugar en las grandes ligas de las mejores ciudades de la República Argentina.

(*) Secretario de Desarrollo Productivo Local, Arraigo y Empleo de la Municipalidad de Azul.