Esta semana fue designado Luis Tapia como director del Museo de Arte López Claro.

Cuando hablamos de una persona idónea para un cargo nos referimos a alguien que reúne las condiciones necesarias para una función o un fin determinados.

El jurado que intervino en este concurso, "entre gallos y medianoches", a último momento, a escasos 30 días de la finalización del mandato de la gestión Bertellys, deja como resultado y herencia esta insólita decisión de imponer a alguien sin ninguna experiencia acreditada a cargo de la Dirección del Museo de Arte López Claro.

Causa estupor que se designe a una persona sin ninguna formación específica, casi podría decirse que nuevamente se instala la creencia de que no hace falta la preparación para ejercer cargos jerárquicos. Tapia no tiene estudios terciarios completos, lo cual es paradójico porque en las bases para participar del concurso se transcribió que los requisitos mínimos son: "Formación académica (mínima excluyente): Educación universitaria o terciaria completa o, excepcionalmente, experiencia específica acreditada que permita suplir el titulo de grado requerido. Formación actualizada relacionada con las áreas de conocimientos necesarias para el cumplimiento del puesto, en especial la dirección y gestión de instituciones en general y culturales en particular. Experiencia: Preferentemente no inferior a tres años en temáticas y actividades vinculadas a la gestión cultural y en la conducción de tareas de complejidad comparables".

Cómo era de prever, en las redes sociales se expresa mucha disconformidad con esta elección, ¡y con razón! Porque no se cumplen los requisitos. ¿Para qué hay un jurado? ¿Para qué hay bases? ¿Para qué hay concurso?.

Porque no fue el único participante que se presentó. Al menos, según trascendió, hubo otro que tiene estudios universitarios e incluso un postgrado y una maestría. Además de una participación, entre otras cuestiones, en el Teatro Argentino del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, en curaduría y dirección y hasta una pasantía en la Universidad de Minnesota en planificación social.

También parece importante aclarar que no tengo nada personal en contra de Luis Tapia, -incluso no dudo que sea una buena persona y seguramente tiene la mejor voluntad- pero no cumple con los mínimos requisitos para la dirección de la institución y ME PRECOCUPA LA CULTURA EN AZUL Y CÓMO SIGUE LA GESTIÓN DEL ÚNICO MUSEO MUNICIPAL DE ESTA CIUDAD.

Repercusión en las redes

A continuación algunos de los comentarios vertidos en las redes sociales del diario después de publicar el CV y el proyecto de Tapia.

Las repercusiones se transcriben a continuación:

Nazareth Cachiarelli: "Uno puede enorgullecer de toda su trayectoria académica, se puede presentar en los llamados a concurso que desee. Sin embargo, debe ser consciente que en Azul contamos con profesionales que pueden gestionar mejor el Museo López Claro Azul. La dedocracia, resta libertades, causa aislamiento y fragmenta la posibilidad de acceso al conocimiento. El Arte no debe ser excluyente ni elitista, debe ser colectivo y popular. El problema es el jurado que evalúa y considera que este señor es el adecuado para cumplir el rol de director y su trayectoria justifica esa elección".

Melina Oíz: "Vergonzoso habiendo tantos artistas, egresados reales de bellas artes, gestores culturales, un amigo del actual director vendedor de ollas y ayudante de montaje... Es una vergüenza, claramente lo van a manejar como un títere quienes creen ser dueños de una institución que debiera nuclear a todxs lxs artistas locales ante todo".

Lara Castillo: "Está buenísimo el proyecto que redactó con ChatGPT. Les faltó mencionar en la nota su amplia experiencia como capacitador en ollas ESSEN, fundamental para el cargo de Director. Incluso más importante que terminar un terciario o tener formación en Gestión cultural o Curaduría".