A modo de balance, el segundo día del debate que lo tiene a Marcos Ramiro Ponce como el probable autor del femicidio de su pareja Eliana Mendilaharzu pareció complicar su situación procesal si se toman en cuenta versiones de varios de los testigos que formaron parte ayer de esa audiencia.

En ese ítem se ubica, por ejemplo, lo que señalara el médico neurocirujano que tuvo a su cargo operar en dos ocasiones a la joven pareja del acusado de este crimen de género. Intervenciones realizadas en el Hospital Pintos a causa de esa lesión que Eliana tenía en su cabeza, que la sumergió en un estado de coma desde horas más tarde a que este hecho ocurriera el domingo 16 de agosto de 2020 hasta el día en que su deceso se produjo, el 27 de octubre de aquel año.

También lo ubicó al azuleño encausado como el probable autor de esa patada en la cabeza a la mujer que figura como víctima en este caso lo que dijera al tribunal de civiles una ex pareja suya, quien lo definió como una persona violenta y sostuvo que su relación con él -luego de que tuvieron tres hijos- había concluido después de un episodio donde Ponce la agredió.

El dato llamativo surgió con dos de esos menores hijos de Ponce. Un nene y una adolescente cuyas declaraciones, tomadas por medio de Cámara Gesell en abril pasado en sede judicial, también escucharon ayer los integrantes del jurado cuando les fueron proyectadas en la sala ubicada en el tercer piso de los tribunales de Azul donde se desarrolla este proceso.

Como para entender un poco mejor los dichos -los primeros y los posteriores- de esos menores hay que ubicarse en lo sucedido en horas de la noche de aquel 16 de agosto de 2020 en la casa del Barrio Juan Domingo Perón donde Marcos Ramiro Ponce convivía con Eliana Mendilaharzu, quien meses antes también había tenido un hijo con él.

Esos chicos, al igual que varias personas más que ese domingo participaron de un almuerzo para celebrar lo que días antes fuera el cumpleaños 27 de Eliana, estaban en la referida vivienda -situada sobre la calle Camilo Gay de Azul- donde se produjo el hecho que derivara en la lesión de la joven.

Pero el único de los menores que estaba dentro del dormitorio donde sucedió la presunta agresión era ese nene que es hijo de Ponce, fruto de una relación anterior a la que mantuvo con Eliana. Precisamente, con esa mujer que ayer cuando declaró contó que el acusado fue una persona violenta con ella y que una agresión que sufriera se tradujo en que decidiera separarse.

En ese cuarto, la noche del 16 de agosto de 2020 -luego de que habían comenzado una discusión en otro ambiente de la casa y en presencia de todos quienes fueron a celebrar el cumpleaños de Eliana- se encontraban Marcos Ramiro Ponce y su pareja, que estaba amamantando al bebé que meses antes tuvo con él, y ese otro hijo del acusado.

De todos los que después fueron declarando en la instrucción de esta causa, ese menor -actualmente de once años- había sido quien contó que vio la manera en que su papá tomó de los pelos a "Porota" (así solían llamarla a Eliana), la hizo caer al piso y le pegó una patada en la cabeza.

Aquel testimonio, brindado no bien este hecho fuera denunciado, lo reiteraron también diferentes personas allegadas al entorno del nene, de Ponce y de Eliana. Personas todas que le escucharon al menor contar eso. Y prácticamente, se convirtió en el hilo conductor para ordenar su detención, que finalmente se hiciera efectiva el 29 de agosto de 2020; mientras Mendilaharzu ya estaba internada en el área de cuidados intensivos del Pintos. En coma y luego de que fuera operada en dos ocasiones para que le extrajeran coágulos que se le habían formado en la cabeza. El primero de ellos, según declaró ayer el médico que le práctico ambas intervenciones, a causa del golpe que presentaba.

Lo curioso fue que ese menor, cuando en abril de este año se le tomó una nueva declaración -pero ahora en Cámara Gesell, la filmación que fuera exhibida ayer en el juicio-, brindó un relato completamente diferente al que refiriera en un principio.

El chico dijo que su papá y Eliana estaban en el dormitorio, que la joven había lavado instantes antes el piso de ese cuarto y que hubo una discusión entre los dos. Y en el marco de esa disputa, afirmó también que Mendilaharzu intentó agredir al encausado y que al querer darle un golpe se resbaló, cayó al piso y se golpeó la cabeza.

La hermana de ese nene, una adolescente de 16 años, también brindó un relato distinto al que, sobre la base de lo que su hermanito le contara cuando este hecho ocurrió, sostuvo no bien esta causa penal comenzó a sustanciarse. Un testimonio donde, en lo que fue su declaración más reciente en Cámara Gesell de abril pasado, quedaba en evidencia la intención de favorecer la situación de su papá.

La tercera de las declaraciones proyectadas ayer, surgida de otra Cámara Gesell, la tuvo como protagonista a una de las hijas -de otra relación anterior a la que mantuvo con Ponce- de Eliana.

Esa adolescente estaba también en la casa el 16 de agosto de 2020 en que este hecho se produjo. Y si bien no se encontraba dentro de la habitación, en esa entrevista refirió que alcanzó a ver el momento en que dentro del cuarto Ponce la tomó del pelo a su mamá; aunque después no pudo presenciar el desenlace de aquella escena y, una vez que ingresó al dormitorio después de que el acusado salió diciendo que Eliana se había desmayado, se encontró con la considerada víctima de este femicidio tirada en el piso.

Todo aquello sucedió en la previa a que las demás personas que estaban ese día en la casa, ante lo sucedido, llamaran al 911 con intenciones de que una ambulancia se hiciera presente para trasladar a Mendilaharzu al Hospital Pintos.

Aquel domingo -algo que ya se sabe- la joven estuvo algunas horas en la Guardia del centro asistencial municipal. Pero no quedó internada y en principio se refirió, cuando fue atendida, que lo suyo obedecía a un estado de ebriedad, sin ponerse especial énfasis en que presentaba un golpe en la cabeza. La lesión que meses más tarde derivaría en su muerte y en que desde ese entonces Marcos Ramiro Ponce quedara formalmente acusado del femicidio que continúa siendo materia de este juicio.

El dato

Uno de los momentos fuertes de la audiencia de ayer hizo que "Mara" Zárate se retirara del recinto por unos instantes, visiblemente conmovida y llorando mientras se escuchaban audios y se leían mensajes de WhatsApp. Los mismos estaban relacionados con la noche en que Eliana fue llevada por primera vez al Hospital Pintos y también con lo que, desde meses antes a agosto de 2020, venía siendo su relación con Ponce. Varios de esos mensajes, cuando estaba en la Guardia del hospital, los tienen como protagonistas a una amiga de la joven -que la acompañó aquel 16 de agosto de 2020 en la ambulancia y se quedó con ella en el Pintos hasta que fue trasladada de regreso a su casa y ayer también declaró en el juicio- y al imputado, que en esas comunicaciones le pedía que su pareja volviera para amamantar al pequeño hijo de ambos.