Señalado como el probable autor de varios hechos de violencia de género en perjuicio de su ex pareja, ilícitos por los cuales su aprehensión se hiciera efectiva en Azul el pasado 30 de mayo luego de una persecución policial, desde la Cámara Penal se confirmó la prisión preventiva que meses atrás había sido ordenada para el encausado.

De 28 años e identificado como Fernando Tránsito Toledo, actualmente sigue privado de la libertad en una unidad penal.

Tras lo decidido en esta segunda instancia -a través de una resolución firmada por los camaristas Damián Cini y Carlos Pagliere (h)- ese joven continúa siendo considerado el probable autor de un "concurso real" de delitos definidos como coacción agravada, resistencia a la autoridad, lesiones leves agravadas y dos hechos de desobediencia.

Teniendo en cuenta "la objetiva gravedad de los hechos imputados" y que "la sanción a imponer, en caso de condena, superará el mínimo previsto para el concurso de injustos que se le imputa y será necesariamente de cumplimiento efectivo", dos de los actuales miembros de la Alzada departamental se pronunciaron a favor de ratificar la vigencia de la medida cautelar para el investigado.

Así fue decidido luego de que ante la Cámara Penal no prosperara un recurso de apelación que en favor del joven fuera formulado desde la Defensoría Oficial a cargo de Mariana Mocciaro. Una presentación en la que, sobre la base de diferentes argumentos, se solicitaba la revocación de la prisión preventiva del imputado.

A través de una causa iniciada en la Fiscalía especializada en Violencia Familiar y de Género que está a cargo de Marcelo Fernández, hace tres meses había sido el juez de Garantías Juan José Suárez quien ordenó para el imputado la medida cautelar que días pasados quedó confirmada.

Al ratificar la vigencia de la prisión preventiva de Toledo, los camaristas Cini y Pagliere (h) rechazaron "por improcedente" el recurso de apelación impulsado desde la Defensa Oficial del joven.

A través de lo investigado, en esta segunda instancia se concluyó que existen elementos "que obturan la libertad anticipada del nombrado y determinan que el auto de prisión preventiva deba ser confirmado".

Consideraciones

"La objetiva y provisional valoración de las características de los hechos reprochados y sus circunstancias de acometimiento, signadas por un marcado contexto de violencia de género, vulnerabilidad y sometimiento de la víctima, con un reiterado accionar desajustado por parte del imputado, evidencian que el causante en libertad intentará influir sobre la nombrada para modificar sus declaraciones", escribió el juez Cini en lo resuelto.

Para ello tuvo en cuenta lo que había sido una entrevista en el Centro de Asistencia a la Víctima -que depende de la Fiscalía General departamental- a la ex pareja de Toledo, quien sindicó al joven que sigue preso como "una persona violenta" y que, a pesar de estar separados, "no ha dejado de molestarla nunca", tal como sucediera el pasado 30 de mayo en horas de la tarde, cuando después efectivos policiales lo arrestaron.

"Lo antes expuesto demuestra claramente no sólo la cronicidad del conflicto sino también el alto grado de vulnerabilidad de la víctima, lo que alerta sobre la inconveniencia de la permanencia en libertad del encausado, puesto que el proceso se encuentra encaminado hacia la etapa del debate oral y público", instancia donde resultará de fundamental importancia para decidir sobre la situación procesal del imputado lo que su ex pareja declare.

"En efecto, el sistemático y persistente hostigamiento del encartado hacia su pareja" y lo que le dijera en el marco de uno de los hechos que le imputan, situación a través de la cual le había advertido que iba a matarla si llamaba a la Policía, "habilitan válidamente a presumir que se halla configurado un peligro de entorpecimiento probatorio" por el cual se consideró conveniente desde la Cámara Penal que el acusado continúe privado de la libertad.

Para "presumir la concurrencia de un peligro procesal de elusión del proceso" por la cual resulta adecuado que siga encarcelado, también se valoraron ahora "la gravedad de los delitos imputados" a Toledo -considerando que "sorpresivamente" se había presentado en el domicilio de su ex pareja "con un arma" aquel 30 de mayo en que luego sería aprehendido- y "la violencia desplegada" contra esa joven.

En lo decidido en esta segunda instancia, además, se alude a "la conducta asumida" por el joven cuando, persecución policial mediante, fuera arrestado instantes después de que se hiciera presente en la casa de su ex pareja para intimidarla.

En aquella oportunidad, mientras circulaba en una moto y efectivos de seguridad lo perseguían, no acató la orden para detenerse y "también intentó por todos los medios evadirse de los uniformados".

Esas situaciones ponen de manifiesto por parte del encausado "un fuerte indicio para presumir que, en el futuro, tratará de sustraerse al proceso cuando nuevas circunstancias lo convenzan de la conveniencia de ello".

Finalmente, para ratificar su prisión preventiva se tuvo en cuenta también desde la Alzada departamental que, al estar acusado de dos hechos de "desobediencia", el joven "resulta reacio a acatar las órdenes impuestas por la jurisdicción y se aparta de las normas". Aspectos que en esta segunda instancia llevaron a concluir que, "de concedérsele la libertad, incumplirá con los requerimientos que desde la magistratura se le efectúen y podría entorpecer el accionar de la justicia, ya sea no presentándose al ser requerido u hostigando a la víctima".

El dato

Voceros judiciales señalaron a EL TIEMPO que Fernando Tránsito Toledo está preso en la Unidad 38, una de las cárceles pertenecientes al complejo del SPB de Sierra Chica.

Persecución policial y aprehensión

El cuchillo que el acusado portaba cuando fue aprehendido. ARCHIVO/PBA

Cuando en horas de la tarde del pasado 30 de mayo Fernando Tránsito Toledo fue arrestado tras una persecución policial, en aquel entonces agentes del Comando de Patrullas habían sido alertados sobre su presencia en la casa de su ex pareja y víctima de este caso de violencia de género.

En ese entonces se informó que el joven había amenazado con matar a su otrora concubina, luego de que se hiciera presente en una moto en la casa donde ella reside.

También se indicaba que para intimidarla utilizó un cuchillo que después le fue incautado, una vez que los efectivos del CPA lo aprehendieron.

Aquel día jueves, poco antes de la hora 18, Toledo circulaba en una motocicleta a la que le faltaba la patente y tenía su número de chasis "suprimido totalmente y pintado con pintura negra", según lo que fuera informado con relación al procedimiento policial que derivara en su aprehensión.

Al mando de la moto se lo vio pasar varias veces por el frente de la casa - situada sobre calle Escalada- donde vive su ex pareja. Y también se señala en las actuaciones penales que a la víctima la insultó y amenazó con matarla, tras haber visto que ella estaba parada en las afueras de su domicilio.

La intimidación la concretó mediante el empleo del cuchillo que portaba. Al arma blanca, mientras la joven lo observaba, Toledo se la colocó en su propio cuello para hacer gestos que ponían en evidencia su intención de agredirla.

Aquel 30 de mayo pasado, teniendo en cuenta más episodios de violencia de género que ya cometiera en perjuicio también de su ex pareja, estaba vigente para el acusado una perimetral que le prohibía acercarse a la víctima, la cual vulneró como lo hiciera en una ocasión anterior.

Esa manda judicial databa del 6 de febrero de este año y se la había dictado al joven que sigue preso el magistrado Federico Barberena desde el Juzgado de Garantías 2, en el marco de otra causa por violencia de género que también lo involucra.

No bien efectivos policiales se hicieron presentes en el inmueble de la víctima, al verlos llegar Toledo se fue en esa moto en que andaba, iniciándose la persecución que minutos más tarde derivaría en su aprehensión.

Los agentes del CPA pudieron interceptarlo sobre la calle Guiraut, tras seguirlo varias cuadras en móviles en los que andaban.

En ese sector de la ciudad, tras bajarse de la moto, el joven quiso seguir escapando a pie; aunque finalmente los policías lograron alcanzarlo, tirarlo al piso, esposarlo a pesar de la resistencia que opuso y trasladarlo a la comisaría, luego de que en su poder se recogiera el cuchillo que había utilizado para amenazar a su ex pareja.