En nuestro país, y en todo el mundo, existen muchos deportes diferentes, que pertenecen a distintas disciplinas o involucran diversas prácticas y características. Hay deportes que requieren de una cancha o una pista, otros que requieren diversos elementos, otros que regulan el uso de determinada vestimenta, etc.

Entre todos los tipos de deportes pueden encontrarse también los deportes mentales. Estos tienen la particularidad de involucrar estrategias y habilidades para lograr ganar. Por lo general, los deportes mentales se juegan en parejas, en donde un jugador se enfrenta a su rival.

Uno de los deportes mentales más clásicos es el ajedrez, aunque hay muchos otros. Durante muchos años, los aficionados al póker y la Asociación Argentina de Póker han luchado para que se lo reconozca como deporte mental.

Qué es un deporte mental

Un deporte mental, como su nombre lo indica, es un tipo de deporte que requiere el uso de estrategias, destrezas y habilidades intelectuales, mentales.

Desde el 2005, año de fundación de la Asociación Internacional de Deportes Mentales, este tipo de deportes busca estar regulado y encontrar en la sociedad el reconocimiento y lugar que merecen.

Hay cinco disciplinas que integran dicha Asociación, y ellas son el ajedrez, bridge, damas, póker y Go. Si bien el ajedrez es el más popular de ellos, con el paso del tiempo los otros deportes mentales han ido ganando más territorio en la sociedad, como es el caso del póker.

Al igual que cualquier otro deporte, los deportes mentales poseen normas y reglas que lo estructuran. En primer lugar, debe tratarse de una actividad competitiva que necesita de un entrenamiento por parte de los jugadores.

Como sucede en otras actividades deportivas, durante el juego de cualquier deporte mental cada jugador deberá concentrarse y poner en práctica todo su entrenamiento para, mediante sus estrategias, ganar la partida.

Si bien el ejercicio del cuerpo no resulta primordial en este tipo de deportes, sí es necesario mantenerse saludable (podríamos evocar aquella frase que dice mens sana in corpore sano) para poder rendir al máximo.

Póker, deporte mental

Durante muchos años se ha considerado al póker como un juego de azar, desatendiendo todas las estrategias y habilidades intelectuales que involucra.

Por este motivo, para que exista una regulación y para poder jugarlo de forma autorizada, la Asociación Argentina de Póker ha luchado durante mucho tiempo para que sea reconocido como deporte mental.

En el inconsciente colectivo de cualquier sociedad, el póker puede ser asociado a juegos de casino. No está mal que así sea, porque es un deporte que puede encontrarse allí, pero esa definición no es del todo correcta.

En primer lugar, el póker es el único juego de casino en el que no se juega contra la banca, sino contra otro jugador o jugadores. Esta es la primera diferencia entre el póker y los juegos de casino, y es una diferencia sustancial.

En segundo lugar, el póker involucra estrategias diseñadas cuidadosamente, requiere entrenamiento, habilidades intelectuales y destrezas mentales. Es decir, no es en absoluto un juego de azar.

Para jugar bien al póker deben ponerse en juego muchas estrategias que llegan a aprenderse con un arduo y completo entrenamiento.

A diferencia de otros juegos como el tragamonedas o la ruleta, en el póker cada jugador debe concentrarse y pensar y diseñar sus estrategias de juego.

Desde cuándo es un deporte mental

A nivel mundial, el póker fue reconocido como deporte mental en el año 2009. Hace trece años la Asociación Internacional de Deportes Mentales decidía integrar al póker a sus filas, junto con otros deportes mentales ya declarados anteriormente como el ajedrez, el bridge o el Go.

Pero en Argentina este reconocimiento tardó un poco más. El 20 de abril de este año la Confederación Argentina de Deportes reconoció al póker como deporte mental, siendo el segundo país en Latinoamérica en hacerlo, después de Brasil.

Esto ha significado un importante hito en el póker, tanto para los aficionados como para quienes se dedican a él de manera profesional.

Gracias a este reconocimiento, el póker puede participar como deporte mental en distintos juegos mundiales, como por ejemplo los Juegos Olímpicos.

Este gran paso para el póker indica sin dudas un gran avance para el mundo del deporte.