Por Laura Méndez - De la Redacción de EL TIEMPO

La búsqueda de combatir el paso del tiempo y mantener una apariencia juvenil es un fenómeno cada vez más prevalente en la sociedad contemporánea. La canción de Víctor Heredia, "Nos vamos poniendo viejos", refleja una aceptación natural del envejecimiento, pero la realidad muestra que muchas personas no están dispuestas a aceptarlo sin luchar. Esta lucha se manifiesta en una variedad de métodos, desde tratamientos estéticos y cirugías hasta regímenes de ejercicio intensivos que, lejos de estar motivados por la salud, son impulsados por una obsesión por la apariencia.

Este fenómeno no discrimina género y afecta tanto a hombres como a mujeres, y lo preocupante es que comienza a edades cada vez más tempranas. Adolescentes de tan solo 15 años buscan cirugías estéticas, depilación definitiva, y otros procedimientos invasivos. Los chicos también se suman a esta tendencia, tiñéndose el cabello, tatuándose y siguiendo dietas estrictas para lucir musculosos y definidos, todo con el objetivo de satisfacer la mirada ajena a corta edad.

La psicoanalista Patricia Cano aborda estas cuestiones desde una perspectiva psicológica, señalando que el trasfondo de estos comportamientos está en la búsqueda de la aceptación y la validación externa.

La Lic. en psicología Patricia Cano dialogó con EL TIEMPO sobre la "eterna juventud" que se desea en los tiempos modernos. (Foto: archivo - Nacho Correa)

Según Cano, la verdadera felicidad no se encuentra en los cambios externos o en la aprobación de los demás, sino en la construcción de una confianza sólida en uno mismo. La presión social y los estándares de belleza impuestos pueden ser devastadores para la autoestima, especialmente en los jóvenes, y es fundamental promover una cultura de aceptación y amor propio que no dependa de modificaciones invasivas o superficiales.

Mientras la sociedad continúe valorando la apariencia juvenil y la perfección física, es probable que estas tendencias persistan. Sin embargo, fomentar la confianza en uno mismo y la aceptación de la propia apariencia natural puede ser un paso importante hacia una sociedad más saludable y equilibrada.

"La imagen del cuerpo funciona como depositarios de otros malestares"

-¿Los seres humanos no deberíamos sentirnos bien con nosotros mismos, tener buenos valores, patrones ilimitantes, etc para lograr lo que queremos en la vida. Entonces sentirnos bieny... por ende estar conformes con nuestras vidas. Y por lógica con el paso del tiempo?

-En relación a este punto, sentirse bien con uno mismo no solamente es una cuestión de imagen... no obstante en un mundo tomado por imágenes y pantallas a veces la imagen, sobretodo la imagen del cuerpo funciona como depositarios de otros malestares. Parece que resulta más fácil situarlos en una superficie corporal que en la complejidad del ser y su relación con el mundo. La cuestión de los valores se ha pensado siempre en términos de ideales y de valor moral, cuando en realidad de lo que se trata es qué valoramos en la vida... que por supuesto es muy diferente a ponerle precio.

-No hay un común denominador. La lista de prioridades que tienen importancia en nuestras vidas no es igual para todo el mundo.

-Se trata de lo que valoramos en la vida. Y lo que tiene que ver con la significaciones de lo que atribuye a cada uno acerca de lo qué es. Es decir "se le otorga valor a" varía de acuerdo a cada sujeto y no hay una forma acerca de lo que deberíamos valorar, sino corremos el riesgo de ponernos en un lugar moralista acerca de lo que es importante y lo que no. En ese punto durante muchos años los ideales funcionaban en esa vía. Ahora lo que me parece interesante es pensar en función del sistema de significaciones que arma cada uno. Qué está valorando cada uno se ordena no sólo la experiencia propia, sino la experiencia del mundo. Entonces de lo que se trata es de lo que efectivamente valoramos o aquello a lo cual le otorgamos valor, varía en cada sujeto. Si uno se pone a pensar que muchas veces los valores que hoy se tienen en cuenta tienen que ver con las nociones del capitalismo y lo que se vende, hay muchas cosas que entran en la lógica de la valoración a partir de la cuestión del precio, de cierto exitismo. No hay muchas veces una valoración construida subjetivamente, sino que es lo que se toma desde el discurso social sin una elaboración y se une un cuestionamiento acerca de qué a le quiero otorgar valor en mi vida.

Ocurre que la mayoría de las veces, la gente no es consciente de que esto es una construcción, creen que es la realidad y que está dado. Entonces lo que se trabaja en un análisis o en un psicoanálisis tiene que ver con esto, justamente: con entender que la construcción de sentido es una apropiación que hace cada uno de lo que se nos transmite socialmente.

Todo tiene que ver con un concepto que Lacan lo denomina Alienación y que lo hace jugar articuladamente con el de separación. Es decir, tiene que ver con que venimos al mundo alienados a las significaciones que nos ponen otros, el tema es que en la medida en que no se puede tomar conciencia de esto, que uno no puede preguntarse sobre esto, la cuestión de la separación no se logra articular del todo. Entonces mucha gente vive sin poder ser conscientes de desde dónde actúa, sin poder hacer una mirada introspectiva para saberlo y para tratar de determinarlo.

Muchas veces la pregunta pertinente se plantea, y hay algo de lo que tiene que ver con la introspección que se juega, sobre todo lo que tiene que ver con la posibilidad también de empezar un análisis. Ayuda un montón esto de poder escucharse a sí mismo.

Cuando hablo de valor, no hablo del valor hacia sí mismo, sino del valor de los vínculos y de aquellas cosas que de alguna manera hace que la gente se sienta mejor. Aquellas cosas que tiene que ver con que somos 'bichos' sociales y desde ahí actuamos, pensamos y generamos.

"La vejez per se, tiene mala prensa"

-El paso del tiempo es lo más natural del mundo. Entonces ¿no es estresante tratar de "detenerlo y/o resistirlo" a través de la imagen?

-En un mundo donde cada vez más pretende venderse la idea de que todo se lo puede, resulta que el paso del tiempo con sus consecuencias resulta un tope. No sólo porque aceptar el paso del tiempo implica duelar, cuestión que implica la aceptación de una pérdida, sino porque el paso del tiempo implica una ausencia de control sobre dicha categoría. Verse más joven en cuanto a la imagen corporal no significa serlo, por otro lado en estos tiempos capitalistas donde "lo viejo" se equipara a desechable, corremos el peligro de situarnos en ese lugar objetar, por lo que la vejez per se, tiene mala prensa.

-Por otra parte da la sensación que se vuelve algo adictivo, ¿puede ser? o depende de la persona. ¿Se corre ese riesgo?

-En lo relativo a los trastornos asociados a la imagen corporal es una de las formas de presentaciones del malestar subjetivo en la época, ya que lo social va delimitando diferentes formatos del mismo. Se me ocurre que muchas cirugías estéticas no se harían si la persona en vez de buscar respuestas para el afuera las buscará para sí mismo. No es un marketing del psicoanálisis lo que afirmó, sino que en todo caso quien se ve mal en cuanto a su imagen muchas veces lo hace por las significaciones que carga en su propia mirada cuando se mira al espejo.

-Otra cosa que escucho/observo es que las adolescentes en lugar de pedirle a los padres una fiesta o un viaje, sobre todo en los 15, piden cirugías. ¿Qué hacer como padre, madre, tutor con este planteo?

-La adolescencia es por definición una época de duelos, y uno de los varios que tiene que enfrentar el adolescente es el duelo por la pérdida de su cuerpo de niño allí donde ha devenido un cuerpo con formas que se asemejan a la adultez. Por esta razón es que comúnmente los adolescentes no sólo no estén conformes con su cuerpo, sino que incluso no sepan cómo manejarlo. Por supuesto que hay que analizar el caso por caso, pero en general se trata de que como padres logremos brindarles las coordenadas para que desarrollen confianza en sí mismos.

-En definitiva ¿por qué se quiere detener el tiempo?, vivir en la "eterna" juventud.

-¿Quien no querría detener el tiempo cuando se está disfrutando de un momento?. Ese no sería el asunto. La cuestión es entender que el placer se conoce a partir del displacer y que la permanencia en la juventud suele asociarse a lo placentero aunque más no sea desde lo imaginario.

Porque habitualmente mientras somos jóvenes vamos detrás de resolver algún asunto ya sea en relación a lo laboral profesional, a la posibilidad de pareja y otras sin una cabal conciencia de la irrecuperabilidad de ese tiempo.

Después de todo no es muy distinto de la fantasía humana de la vida eterna.

En relación a ello siempre suelo traer la referencia a un cuento de Borges titulado "Los inmortales" donde un grupo de marineros descubre la fuente de la vida eterna, la cosa se complica cuando todas las personas que hacían significativa la vida de cada uno de esos marineros, se mueren, con lo cual la vida se les vuelve insoportable y comienzan a buscar el antídoto.

-También observo que hay quienes dicen cuando no ven a alguien por un tiempo, "está hecho m...." y ¡si! los años pasan para todos. ¿Qué le pasa a esa persona, por qué esos comentarios crueles y hasta menospreciable? (otra vez la imagen).

-Que alguien esté hecho mierda no resulta de lo que uno vea "desde el envase". Lo bien o mal que haya atravesado la vida una persona tendrá que ver con la posición en la que se encuentre en la actualidad, pero es una cuestión de la apropiación subjetiva de las experiencias y cuánto lugar se haya dado para buscar y descubrir lo que deseaba e ir por eso.

Hay mucha gente con muchos años en el documento pero con una actitud jovial y activa, eso tiene que ver con la conexión que se le juegue con el deseo propio y cuánto haya hecho por realizarlo.