Locales
1 de septiembre de 2019
La comunidad de la capilla Monte Viggiano se encuentra celebrando sus fiestas patronales y los 60 años de la construcción del templo. Emplazado en la intersección de las calles Salta y Castellar, en una barriada importante de esta ciudad, fueron varias las historias que se han ido tejiendo a lo largo del tiempo entre los vecinos, sumando la fe y la religión.
Todavía perdura en aquellos que “peinan canas”, lo acontecido a mediados del siglo pasado cuando los inmigrantes italianos afincados en esa zona, reclamaron por la imagen de Monte Viggiano a sus convecinos del barrio Del Carmen.
la década del 50´ las barriadas confrontaron por la posesión de una Virgen que había sido traída desde Italia. Los barrios Monte Viggiano y del Carmen se enfrentaron en una lucha encarnizada para ver quien se quedaba con la misma. Fue tanta la disputa que según relatan, hasta hubo escenas de pugilato y una importante intervención de la policía. Finalmente la imagen fue guardada durante varios años en terreno “neutral”.
La restauración
El Prof. Raúl Gallardo se encuentra restaurando desde hace varias semanas la imagen central de la capilla. Una escultura en madera, que según cuentan, fue la que originó la disputa de los años 50. La escultura representa a Nuestra Señora de Monte Viggiano y el niño Jesús, y se encuentra ubicada en uno de los laterales del templo. “Es una imagen que vino de Europa y debe tener más de cien años. Es una talla en madera” comenzó diciendo Gallardo durante la entrevista realizara por este medio. Recordó la historia de la disputa por Virgen entre ambos barrios, la cual se fue transmitiendo de generación en generación. “Una tía que hoy tiene 90 años me ha contado esa historia. Ella tenía 17 años y recuerda lo sucedido”. Si bien en principio esta escultura se encontraba en la parroquia Nuestra Señora Del Carmen, una vez que se culminó la obra del templo de Monte Viggiano, la comunidad del sector reclamó su posesión para entronizarla en la capilla dada la advocación de la misma, originando la disputa en cuestión.
Junto a su esposa Beatriz Licuiman comenzaron los trabajos de restauración. “Le hemos dedicado mucho tiempo a esta tarea. Primeramente se realizó un relevamiento fotográfico de todos los detalles para tener un registro y luego iniciar los trabajos de recuperación. Se trata de respetar los colores, detalles, diseños. La pieza se encontraba en buen estado general, tenía algunas rajaduras que fueron reconstituidas ya que la madera continúa trabajando con el paso de los años. Es una pieza grande de un metro cincuenta de altura aproximadamente, por eso el trabajo se realizó dentro de la capilla donde se exhibe y está ubicada actualmente”.
Con anterioridad Gallardo había realizado una imagen de la Virgen de Monte Viggiano en yeso y más pequeña, que es utilizada en procesiones y festividades.
El arte y la fe
gran compromiso, entrega y dedicación, Raúl Gallardo ha realizado diferentes trabajos de restauración y confección de imágenes religiosas. Con una formación en la Escuela de Bellas Artes de esta ciudad, se desempeñó como docente en distintos establecimientos educativos de nuestra ciudad, aunque también ha volcado sus conocimientos y cualidades fuera del aula.
Muchas de sus obras están diseminadas por diferentes espacios de la ciudad, como la Virgen ubicada en la rotonda de Av. Mitre y Cáneva, la figura de la hermana Jeanne Émilie de Villeneuve, en el Colegio Inmaculada, además de figuras y pinturas que se encuentran en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario, el Seminario Diocesano, la parroquia de Lourdes, las capillas de Fátima y Monte Viggiano, y trabajos particulares.
Considerado un hombre de fe, además de la tarea artística, también reflexionó diciendo que “muchas veces cuando nos va bien ni nos acordamos de Dios, dejamos un poco de lado todo lo religioso, lo espiritual, pero siempre hay alguien que nos está acompañando. Y eso cambia cuando pasa algo. Cuando se pierde el trabajo, o un familiar, cuando las cosas no salen o ante una enfermedad. Ahí prendemos una vela a la Virgen, le pedimos a Dios que nos ayude, vamos a misa. Nos acordamos de Dios cuando se nos presenta un problema”. Consideró que “deberíamos estar más presentes en la oración, acompañando al otro, llevando adelante alguna acción”. En este aspecto, Raúl se desempeña además como Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, llevando la eucaristía cada domingo al Hogar de Ancianos Malere. Además de esta tarea, su faceta artística vinculada a lo religioso, también es su manera de aportar. “Siempre colaboro con los trabajos que me solicitan. Creo que una imagen te puede llevar a reflexionar a pensar. Quizás quienes no van mucho a misa, o reniegan de la religión, al ver una imagen como la de la Virgen que se encuentra en la rotonda de la Terminal, puede provocar un sentimiento, un pensamiento. Ese es un pequeño aporte que uno puede hacer. Además trabajar en este tipo de obras en lo personal, me genera mucha gusto y placer”.
El Prof. Raúl Gallardo, acompañado de su esposa Bety, llevó adelante la tarea de restauración de la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Monte Viggiano.
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