La sanción para el encausado fue el resultado de un juicio que se había desarrollado en uno de los tribunales orales con sede en el Palacio de Justicia de Azul.

En respuesta a un pedido que formulara durante su alegato Adrián Peiretti, el fiscal que intervino en ese debate, además de sentenciar a la referida pena al investigado el juez del Tribunal 1 Martín Céspedes se pronunció a favor de ordenar su "inmediata detención".

Voceros ligados a lo que había sido la realización de este juicio oral no revelaron la identidad del rauchense que ahora está preso, con la finalidad de preservar la de su ex concubina y víctima de este aberrante caso de abuso sexual. Y del hombre que ahora está privado de su libertad se informó que tiene actualmente 66 años de edad.

En ese debate cuyo fallo se anunció hace cinco días fue declarado autor del delito de "abuso sexual con acceso carnal", según se menciona en lo resuelto.

Si bien el encausado había llegado en libertad a ese proceso donde estuvo representado por el defensor Oficial Diego Prado, su detención fue ordenada por el Juez que lo condenó en esta primera instancia por considerarse que su situación procesal ahora es distinta.

Específicamente, porque sobre el declarado abusador de su ex concubina ahora pesa una sanción consistente en "una importante pena de prisión de efectivo cumplimiento", señaló en el fallo el magistrado Martín Céspedes. Esa circunstancia, en consecuencia, "repercute en un aumento verificado de peligro cierto de frustración del proceso" y hacía adecuado el dictado de la medida cautelar por la que ahora el imputado permanece en una seccional policial y a la espera de su traslado a una cárcel del SPB de la zona.

La violó

Según quedó probado en el debate, el 4 de agosto de 2011 el condenado en esta primera instancia sometió sexualmente a su por entonces concubina, en el marco de un hecho que se produjo en la vivienda donde ambos residían en Rauch.

Aquel hecho sucedió inmediatamente después a que la víctima recibiera el alta desde el hospital de esa ciudad donde había estado internada por "un cuadro depresivo", se refiere en el fallo.

Una vez de regreso en la casa donde convivía con el encausado, ese hombre la violó, ataque a través del cual la accedió carnalmente aprovechando en ese entonces que la mujer estaba "bajo los efectos de medicación" que consumía por ese cuadro depresivo que sufría. Una situación que le impidió "oponer resistencia física" al agresivo accionar desplegado por el rauchense que ahora está preso.

La declaración que la mujer abusada brindara durante el debate fue uno de los elementos valorados por el Juez del TOC 1 para condenar al encausado y para dar por demostrada su autoría en lo ocurrido.

La víctima refirió que no era la primera vez que el rauchense la atacaba con fines sexuales. Y contó también que solía ser víctima de agresiones por parte del autor de este caso de violencia de género, algunas de las cuales derivaron en que resultara con graves secuelas físicas.

A través de su relato, la mujer mencionó que el ahora condenado en este debate "le pegaba" delante de sus hijos; que "la hacía trabajar como albañil, como si fuera un hombre" y que era común que sufriera maltratos físicos y agresiones verbales. Situaciones todas que, por el agresivo carácter del imputado, le generaban a ella temor e impedían que lo denunciara.

Ese testimonio, "a pesar de su condición de víctima de un hecho ocurrido hace más de doce años al momento de declarar y testigo única del mismo" -se menciona en lo resuelto- fue considerado para el Juez que condenó al abusador como "absolutamente creíble". Y además, tuvo correspondencia con lo que dijeron testigos que también pasaron por el debate.

Como atenuante a la pena dictada, se valoró para el imputado que hasta el momento, teniendo en cuenta que este fallo con veredicto condenatorio para él aún no está firme, no registra antecedentes penales computables. Y como una "agravante genérica" y potenciadora de la pena dictada, el Juez que intervino en este proceso tuvo en cuenta "el contexto de vulnerabilidad" en que la víctima estuvo inmersa por más de tres décadas de convivencia con el hombre que está preso. Concretamente, "a partir de la violencia física, psicológica, sexual y verbal que ha sufrido" por parte de su abusador, todo lo cual se produjo "en un ámbito de absoluta asimetría" y donde "todas las decisiones pasaban arbitrariamente por el imputado".

Una vez que este fallo adquiera rango de firmeza, al hombre que está preso se le deberán tomar muestras biológicas para que -según establece la ley- sea inscripto en el Registro Nacional de Datos Genéticos "vinculados a los delitos contra la integridad sexual", ordenó también el Juez que lo condenó.