Con más de 30 años de trabajo, Enrique Adrogué le puso fin a su carrera de martillero.

Cuestiones particulares lo llevaron a tomar la decisión y en el remate de la cabaña "Don Horacio" de la familia Ruiz Gutiérrez, pegó el último martillazo. Se sumaron sentimientos, emociones y cantidad de anécdotas. En el final de la venta efectuada en la Sociedad Rural de Coronel Pringles, consignatarios, cabañeros, socios de Ganadera Azul y familiares reconocieron al profesional.

Adrogué cerró un capítulo lleno de logros y satisfacciones personales. Remató en las más reconocidas cabañas, exposiciones y rurales de todo el país. En la emblemática "Tres Marías" -reconocida y premiada mundialmente- mostró lo mejor del martillo y por eso, el ingeniero Horacio Gutiérrez tuvo las mejores y más simples palabras en la despedida. Lo destacó humanamente y lo calificó como "Un Señor martillero".

Sus amigos y socios de Ganadera Azul SRL., prepararon un emotivo cierre. Julio Ruiz, Enrique "Chino" Ayerza y Alfredo Adrogué (h) junto a Gonzalo Aduriz exhibieron un video con varios momentos del martillero. Muy emocionados le entregaron distintos presentes donde no faltó un martillo confeccionado por un artista de la zona de Pringles.

A los agasajos se sumaron varios consignatarios y fundamentalmente su padre, Alfredo Adrogué, quien muy orgulloso y con lágrimas abrazó varias veces a su hijo.

Enrique Adrogué seguirá con el trabajo de administraciones rurales y otras actividades empresariales pero no volverá a rematar. El pasado jueves culminó una valiosa etapa de su vida donde se lo reconoce y estima por su capacidad, honradez y generosidad.

Quiero acentuar el último adjetivo y reafirmar que hace 20 años cuando iniciamos el periodismo agropecuario, Enrique, nos acompañó desde el primer día y su aporte resultó fundamental para las crónicas desde los corrales.