Dos allanamientos que hicieron ayer sábado policías de la DDI Azul, quienes durante las realizaciones de ambas diligencias -que se extendieron hasta las primeras horas de hoy domingo- contaron con apoyo de agentes del Comando de Patrullas local, derivaron en las detenciones de los investigados.

Voceros allegados a la tramitación de esta causa penal informaron a EL TIEMPO que el varón imputado tiene 55 años de edad y que se llama Diego Omar Tumminaro. Y las mismas fuentes identificaron a su pareja y también detenida como Noelia Soledad Arrúa (35).

Transitoriamente, ambos quedaron privados de la libertad en la sede de la DDI Azul, a la espera de que mañana lunes sean llevados al Palacio de Justicia local para que sean indagados por esta infracción a la Ley 23.737 que les atribuyen. Al hombre -tal lo ya referido- en carácter de "autor". Y a su pareja, en calidad de "partícipe necesaria".

Los objetivos allanados por la Policía fueron una vivienda situada sobre la calle Malére entre Lavalle y Cáneva y otra propiedad que está ubicada sobre la calle Olavarría, en la cuadra comprendida por Cáneva y Alberdi.

Ambos inmuebles se vinculan con el hombre y la mujer que ahora están detenidos, medidas cautelares que -al igual que los allanamientos- dispusiera Juan José Suárez, el titular del Juzgado de Garantías 3 con asiento en el Palacio de Justicia de Azul.

Con diferentes evidencias reunidas en una investigación penal que se viene desarrollando desde hace varios meses, la detención de la pareja y los allanamientos habían sido solicitados por Lucas Moyano, el fiscal que desde la UFI 22 instruye esta causa relacionada con una infracción a la ley de estupefacientes.

Allanamientos y detenciones

De acuerdo con lo informado por fuentes policiales y judiciales, las detenciones de Tumminaro y de su pareja Arrúa se hicieron efectivas en uno de los domicilios allanados, el que se encuentra ubicado sobre la ex calle Córdoba.

En ese inmueble, además, al ser requisado los efectivos de seguridad hallaron dinero en efectivo, en una suma superior a los 400.000 pesos.

Según se sospecha, la totalidad de esa plata estaría directamente relacionada con la comercialización de estupefacientes bajo la modalidad conocida como "narcomenudeo" por la que también Tumminaro y su pareja Arrúa resultaron arrestados.

Además de la detención de la pareja investigada, durante el allanamiento realizado en esa vivienda donde estaban los dos una joven de 19 años que es familiar de ambos imputados fue aprehendida.

En su caso, según lo informado por voceros de seguridad, ahora se tramita una causa por "atentado y resistencia a la autoridad" que quedó radicada en la UFI 6 a cargo de Karina Gennuso y derivó en que esa joven recuperara la libertad horas más tarde.

Por los mismos delitos mencionados también se le inició un sumario penal a Arrúa, ya que junto con la joven referida "se resistieron" cuando los policías ingresaron a esa casa donde estaban ambas para la realización del allanamiento.

En esa ocasión también "agredieron con golpes de puño" a los efectivos y una de las mujeres "amenazó de muerte al personal", se indicó en un reporte oficial relacionado con los resultados de este procedimiento antidrogas.

Ambos allanamientos comenzaron a desarrollarse de manera simultánea ayer sábado cuando era alrededor de las 21 y se extendieron hasta la hora cuatro de este domingo.

Con relación a la diligencia que tuvo como escenario el inmueble situado sobre la calle Olavarría, durante la misma los policías incautaron más de 35 gramos de cocaína, una balanza de precisión, dinero en efectivo -en una suma superior a los 100.000 pesos- y "anotaciones de interés", se informó también.

Lo que se está investigando

Una denuncia telefónica anónima recibida en sede policial meses atrás se convirtió en el inicio de la instrucción de esta causa penal vinculada con una infracción a la Ley 23.737.

Según se sostiene desde la imputación, al menos desde junio pasado y hasta que resultaran detenidos Tumminaro y su pareja "cometieron actos de comercialización de estupefacientes".

Tal situación, específicamente, implicaba que consumidores de droga se hicieran presentes en los inmuebles allanados ahora.

También ha podido determinarse que el dinero surgido de la venta de las sustancias -específicamente cocaína- luego era remitido por los compradores a billeteras virtuales a nombre del hombre que se encuentra detenido y que, en algunos de esos casos, también pagaban en efectivo.

Para constatar aquella denuncia anónima telefónica que se recibiera meses atrás en sede policial, tal como sucede en las investigaciones de este tipo de delitos los efectivos de seguridad realizaron "vigilancias estáticas y dinámicas" en el domicilio desde donde se informaba que se comercializaban estupefacientes al menudeo.

Esa casa es la que se encuentra ubicada sobre la calle Malére, el lugar donde la pareja resultó detenida en horas de la noche de este sábado que pasó.

Pero tiempo después pudo determinarse que, para intentar desligar a esa vivienda con esta investigación penal, los ahora acusados comenzaron a entregar la droga que aparentemente vendían en ese otro inmueble allanado también ayer sábado: el ubicado sobre la calle Olavarría donde los policías incautaron cocaína, una balanza de precisión y dinero en efectivo.

En el marco de esta investigación penal, el pasado 10 de julio se habían realizado los primeros allanamientos en los domicilios referidos.

En aquel entonces, en las actuaciones penales se menciona que en uno de esos inmuebles "se secuestraron elementos de interés para la presente causa", entre los cuales figuraron "dos envoltorios de nylon".

Mientras que uno de ellos estaba vacío, el otro contenía poco menos de un gramo de cocaína. Al parecer, ya fraccionada para su posterior venta al menudeo.

También se habían secuestrado en aquellas diligencias una balanza de precisión y tres teléfonos celulares.

Posteriormente, los análisis de las comunicaciones que contenían esos móviles incautados durante uno de los allanamientos sirvieron para reunir más pruebas por las que ahora la pareja investigada se encuentra detenida.

Esas pericias a los celulares "arrojaron elementos de interés para la causa, que fortalecen la hipótesis fiscal y es consonante con los elementos obrantes, que permiten tener sospechas ciertas de que Diego Tumminaro y su pareja, Noelia Arrúa, comercializan estupefacientes. Incluso, después de desarrollarse la medida intruisva, continuaron con los actos de comercialización", escribió el juez de Garantías Suárez en la resolución a través de la cual ahora dictó las detenciones para ambos imputados. A pesar de los primeros allanamientos realizados en julio pasado en los dos inmuebles vinculados con la pareja, aquello no evitó que Tumminaro y su mujer siguieran dedicándose a la venta de drogas al menudeo.

Al respecto, las tareas de campos desarrolladas por el personal policial abocado a esta pesquisa sirvieron para determinar que "los movimientos compatibles con la comercialización de estupefacientes" seguían.

En esas escenas, que se repetían, era habitual observar a consumidores y clientes de la pareja llegar "en todo tipo de vehículos" hasta las viviendas referidas, lugares de los que -tras ingresar y permanecer tan sólo algunos instantes- se retiraban "rápidamente". Al parecer, con pequeñas dosis de cocaína que les adquirían al hombre y a la mujer que ahora permanecen detenidos.

También ha podido establecerse que, con el fin de evitar sospechas con relación a la mecánica de comercialización de estupefacientes en este caso, los acusados querían "limpiar" la casa donde fueron arrestados. Y que con esa finalidad, a los consumidores que los llamaban por teléfono, tras acordar la venta de cocaína los mandaban a retirar la sustancia al domicilio situado sobre la calle Olavarría.

Los teléfonos de los investigados habían sido intervenidos desde la Justicia. Y eso sirvió también para detectar la existencia de "conversaciones sospechosas por parte de Tumminaro de posible realización de actos de comercialización donde su pareja sería participe", concluyó el titular de Garantías 3.

Dichas comunicaciones halladas en los celulares del hombre y de la mujer que ahora están detenidos son consideradas como "características del tipo de delito que se investiga", reflejado específicamente en que en su mayoría sus interlocutores "no se refieren directamente a la sustancia (cocaína); pero es típico que pronuncien términos como "¿Estás?"; "Paso", "Pasá" o "¿Me preparás?".

Un informe de especialistas a cargo del análisis de los teléfonos intervenidos a los sospechados concluyó, al mismo tiempo, que para referirse a la cantidad de droga o al valor de la misma se utilizaba la palabra "entera".

Otro dato surgido de esta pesquisa, al analizar los chats de las conversiones halladas en los celulares incautados, revela que no serían ajenos al delito investigado familiares de la pareja que ahora está presa.