La reducción de la jornada laboral en nuestro país, a partir de siete iniciativas parlamentarias, comenzó a ser debatida en el Congreso de la Nación esta semana.

Al respecto, EL TIEMPO consultó a varios referentes sindicales de Azul y algunos de ellos respondieron a la propuesta.

El que sigue es el resultado de las entrevistas efectuadas con el fin de conocer el análisis que, desde cada entidad gremial, se realiza sobre una cuestión que podría implicar modificaciones a la legislación laboral vigente desde 1929. [Ver recuadro]

*Javier Cabral, secretario gremial Suteba Azul, expresó que "estamos contentos que se empiece a tratar. Es hacia dónde va el mundo desarrollado. El norte de Europa, por ejemplo, y hay pruebas en muchos otros países, en Inglaterra, en Brasil, en España.

Indicó, además, que "Hugo Yasky, como secretario general de la CTA de los Trabajadores, lo venía planteando. Se están tratando los siete proyectos que hay en el Congreso", en tanto consideró que "hay que tener en cuenta que, justamente, es lo contrario a lo que están proponiendo, desde lo ideológico, en esta coyuntura de elecciones, donde se están planteando más recortes de derechos a los trabajadores, flexibilización laboral, vacaciones pagas, licencias por enfermedad, horas extras, etcétera".

Cabral ratificó que "nosotros estamos contentos, vamos a ver cómo se desarrolla en el Congreso y esperamos que la población, en general, preste atención cómo se dan las votaciones, al igual de cómo se dieron con el Impuesto a las Ganancias".

También recordó que "aquellos que prometían que los trabajadores no iban a pagar Ganancias, terminaron siendo más lo que pagaron ese impuesto y hoy son los que votaron en contra de ese proyecto".

En tal sentido, el dirigente del gremio docente Suteba planteó: "Ojalá la población pueda reflexionar al respecto y ojalá se logre avanzar con esto porque en definitiva es un bien social y va a hacer que, directa o indirectamente, se creen muchas más fuentes de trabajo, que es lo que necesitamos y lo que queremos para nuestra sociedad".

*Por su parte, Vanina Zurita, secretaria de Organización ATE Provincia, manifestó que "los proyectos laborales en los últimos años, en líneas generales, siempre han propuesto ir en detrimento de los trabajadores".

La sindicalista azuleña acotó que "pensar hoy en una disminución de la carga horaria, la verdad es que, para nuestra clase, es absolutamente aplaudible y saludable".

Del mismo modo, consideró: "Obviamente que es un tema que pone en debate varias cuestiones, pero creo que con claridad hay que tener en cuenta que no son conceptos iguales la carga horaria a la de productividad. Es decir que, porque se tengan menos horas laborales, va a ser menos productivo".

Sin embargo, "hay ejemplos en otros países que han tenido un impacto positivo, obviamente sin perder salario y creo que es un buen camino para la clase trabajadora argentina".

Trazó, por otro lado, un cuadro de situación, para contextualizar el debate sobre reducción de la jornada laboral en Argentina. "En tiempos políticos tan complejos como estos -dijo Zurita-, este tipo de debates sirve a nuestro pueblo para poder identificar qué modelo de gobierno queremos y qué modelo de gobierno necesitamos. Si un gobierno de recortes, de pérdida de derechos, de entrega de nuestra soberanía, como ya lo experimentamos en el 2015 con el neoliberalismo. O un gobierno con un loco con una motosierra que no deja de proponer recetas que ya también padeció nuestro pueblo. O un gobierno que, a pesar de las dificultades y todas las críticas que nosotros venimos haciendo en materia salarial, ponga en eje a nuestro pueblo, la recuperación de derechos, como una centralidad".

Desde su óptica, la secretaria de Organización de la Asociación de Trabajadores del Estado a nivel provincial, señaló que "claros ejemplos han sido el bono de 60 mil pesos, el refuerzo para trabajadores y trabajadoras informales, la quita de Ganancias, la devolución del IVA. Es por eso que todas estas cosas nosotros necesitamos discutirlas, en los lugares de trabajo, en el barrio, en el almacén, porque realmente no tener claridad hacia dónde nos quieren llevar unos u otros, y nosotros le damos el poder con nuestro voto, estaríamos yendo en detrimento de nosotros mismos, como pueblo".

"Es por eso que me parece que todo este tipo de iniciativas sirven al debate -destacó Vanina Zurita- y sirven para que el 22 de octubre, cuando vayamos a votar, tengamos claridad para dónde queremos ir, no sin identificar, insisto, en las críticas, en las dificultades que ha tenido este gobierno".

Finalmente precisó que "nosotros necesitamos un gobierno con más derechos para nuestro pueblo, con más derechos para nuestra clase trabajadora y no un gobierno que piense solamente en algunos pocos, como ya lo hemos padecido".

*María Eugenia Lazarte, secretaria general de la Asociación Judicial Bonaerense Departamental Azul (AJB), indicó que "no hay una opinión desde el punto gremial de base", pero "desde lo personal sabemos que es hacia lo que se apunta en los países que tienen mejor calidad de vida".

Aseveró que la iniciativa de reducción de la jornada laboral "genera mayores puestos de trabajo, más rendimiento de cada trabajador y se acerca más al concepto de salud de la OMS".

En tal sentido, Lazarte precisó que "evita el síndrome de burn out, que se ve muchísimo, sobre todo en población joven, habida cuenta que el trabajar más horas no garantiza una mejor situación económica ni da el tiempo de descanso y equilibrio que necesita cualquier ser humano".

"Al mismo tiempo -añadió-, un mayor rendimiento y espacios de trabajo más seguros y sanos genera mayor productividad".

Lazarte observó que "todo esto desde el análisis global", ya que en la esfera estatal "es distinta la situación en varios aspectos. Sin embargo, en nuestro caso en particular, dónde los empleados estatales tenemos el presupuesto que el Estado determina a tal fin, el aumento de la productividad privada aumentaría los recursos estatales garantizando mejores condiciones laborales y, por consiguiente, mayor eficacia en los organismos del Estado. Es innegable que se trabaja más y mejor con mayor salud laboral".

Al respecto aseguró que "es parte de entender que el estado somos todos", en tanto aclaró que "todo lo anterior, si se acompaña con políticas de distribución serías y se impide la flexibilización laboral".

Finalmente, María Eugenia Lazarte, indicó que "en mi opinión, es muy bueno el análisis de Iñigo Errejón [ex diputado de la Asamblea de Madrid, país que ya avanzó en el tema] que, obviamente, es mucho más interesante y elocuente que yo, pero que analiza mucho mejor la temática en España y es fácil ver cómo, a pesar de vivir realidades distintas, hay muchos puntos en común a los que deberíamos prestar más atención".

Entre otros conceptos, el dirigente español ha planteado que "el futuro es trabajar menos para trabajar todos, para trabajar en mejores condiciones, poder conciliar más y cuidar el planeta".

*José Luis Iturralde, secretario general de la Asociación Bancaria de Azul (AB), destacó que "la reducción de la jornada laboral se encuentra directamente asociada a enfrentar los desafíos del futuro del trabajo".

"Siempre en la necesidad de incorporar competencias, habilidades, en un proceso de formación continua a lo largo de la vida -señaló-, que requiere de un tiempo material del trabajador y de la trabajadora, para poder esbozar, desarrollar las acciones que son formativas, en conjunto con las actividades laborales, familiares y recreativas".

Para Iturralde, "desde el punto de vista político, el 80° aniversario de la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión es un excelente marco para promover las actualizaciones positivas de una norma esencial del derecho laboral, que se mantiene inalterada desde el año 1929, que fue la imposición de la jornada laboral".

Por otro lado, el titular de la AB local puntualizó que "la propuesta de modificación impulsada por el Poder Ejecutivo retoma una demanda histórica, fundamentalmente también de la Asociación Bancaria, aunque no permanente, de distintos sectores sindicales, académicos y políticos, además de presentar múltiples proyectos de ley en el Congreso, dirigidos a reducir la jornada laboral".

Del mismo modo observó que, "frente al sector que promueve reformas laborales precarizadas, este es un ejemplo de reforma laboral que mejora las condiciones laborales de los trabajadores y de las trabajadoras".

También precisó que "seguramente se propondrá la disponibilidad colectiva, para que cada actividad adecue la extensión de la jornada máxima, que sea de 44 horas, a las características propias de cada sector".

"Si al cabo de los 24 meses se sanciona la ley, el convenio colectivo no adecúa fundamentalmente esa jornada, para reglamentarla en forma posterior", dijo Iturralde, en tanto mencionó que, "en la actualidad, son pocos los países del mundo que siguen una jornada máxima legal de 48 horas semanales, como es nuestro caso. Quedan con esta extensión de jornada laboral principalmente, en conjunto, los países de América latina, entre los que se encuentran Argentina, México, Uruguay, Paraguay, Perú, y también el caso de Asia".

"Es cierto también -puntualizó Iturralde- que en la franja de 45 a 48 horas semanales se concentra el 25 por ciento del total del empleo registrado. Esto implica que una reducción de la jornada legal a 44 horas tendría un impacto real para un número significativo de trabajadores y trabajadoras".

Al respecto mencionó que, "en el caso de la industria, el 40 por ciento del empleo registrado del sector privado, desarrolla una jornada laboral semanal de 45 a 48 horas".

Por otra parte, recordó que "las excepciones son los convenios bancarios: 37 horas y media; camioneros, 44 horas; construcción, 44 horas; y entidades deportivas y sociales, 44 horas, entre otros".

José Luis Iturralde señaló que "toda esta reglamentación y debate que se lleva adelante, en el avance general, observa fundamentalmente el aspecto damnificado del trabajo, un estrés producido en el compañero, la compañera, el trabajador en general, que implica también una demanda familiar de descanso, como también de exigencias en las horas trabajadas que, generalmente, son o exceden el máximo tolerable por la legislación".

Por último, no dudó en señalar que "es un tema a desarrollar aquí", en el caso de nuestro país, ya que "los países desarrollados ya lo han tenido y lo tienen en cuenta, y que fundamentalmente motoriza también un acceso al trabajo mucho más ágil, en condiciones, que también beneficiaría a los sectores de la producción".

La ley vigente y los proyectos de reforma

La ley laboral en Argentina tiene 94 años de vigencia. Actualmente se debaten siete proyectos relacionados con un aspecto: la reducción de la jornada laboral. ARCHIVO/NACHO CORREA

La jornada laboral de 48 horas en nuestro país fue establecida en 1929 a través de la Ley 11.544. Sancionada el 12 de septiembre de ese año, en su artículo 1° la ley establece que "la duración del trabajo no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas aunque no persigan fines de lucro".

Por otro lado, el artículo 2 refiere que "la jornada de trabajo nocturno no podrá exceder de siete horas, entendiéndose como tal la comprendida entre las veintiuna y las seis horas. Cuando el trabajo deba realizarse en lugares insalubres en los cuales la viciación del aire o su comprensión, emanaciones o polvos tóxicos permanentes, pongan en peligro la salud de los obreros ocupados, la duración del trabajo no excederá de 6 horas diarias o 36 semanales".

Esta ley luego fue reglamentada por el decreto 16.115 del 16 de enero de 1933.

Esta semana, en la Cámara de Diputados se inició el debate en la comisión de la Legislación del Trabajo, en el marco de una serie de medidas impulsadas por el Poder Ejecutivo Nacional.

Este debate gira en torno a siete proyectos referidos a la reducción de la jornada laboral. Cinco de ellos se impulsan desde el oficialismo a través de los diputados Sergio Palazzo, Eduardo Valdés, Hugo Yasky, Claudia Ormaechea y Mónica Litza. Un sexto proyecto fue presentado por el diputado Enrique Estevez (Partido Socialista), y el restante desde el Frente de Izquierda (FIT), de la mano del diputado Nicolás del Caño.

En el caso de la iniciativa presentada por Hugo Yasky, propone una semana laboral de cuatro días (la jornada laboral no podrá exceder las ocho horas diarias o cuarenta horas semanales). El diputado de extracción sindical fundamentó que "la reducción de la jornada laboral implica un aumento de los beneficios para el sector empleador que verá incrementada la productividad marginal del trabajo a partir de la reducción de la jornada laboral".

En el caso de Claudia Ormaechea -diputada de extracción sindical (La Bancaria), se propone una jornada laboral de un máximo de seis horas diarias, y un tope de 36 horas semanales. En este caso se destaca la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, a pesar de la alta carga horaria.

Otro proyecto, en sintonía, es el del secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien plantea que la duración de la jornada no podrá exceder las seis horas diarias o las 36 semanales. Además, la jornada no podrá exceder las ocho horas, en tanto la jornada semanal no exceda de cuatro días de trabajo.

La iniciativa impulsada por el PS también establece que la jornada laboral no exceda las 36 horas semanales, mientras que el del FIT habla de un máximo de seis horas diarias y 30 semanales.