Entrenado en Azul, Luthier Blues fue en su momento uno de los caballos de los más queridos y aplaudidos por el público turfistico. Llegó a ganar 10 carreras consecutivas, consagrándose como el primer SPC en lograr esa marca en los hipódromos argentinos en el siglo XXI.

La mayoría de esas victorias las consiguió en los históricos hipódromos de Buenos Aires como lo son el reducto de Palermo y San Isidro, pero antes había competido, además, en el mismísimo hipódromo de Azul y en La Plata.

Su historia en este deporte comenzó en febrero de 2020, fecha que le dio un triunfo a la caballeriza Kirby's, que había tenido antes tres yeguas y ninguna de ellas le había dado victorias. A partir de ese momento, comenzó a conocerse también la chaquetilla blanca con una cruz roja con bordes azules diseñada por la familia de este Stud.

A fines de 2021, cuando llevaba cinco éxitos en fila y se había consagrado como el mejor velocista del país, el Jockey Club de esta ciudad organizó un homenaje para el caballo, que se paseó por la pista entre gritos y aplausos antes de tomarse unas pequeñas vacaciones.

Desde enero hasta fines de agosto de este año, Luthier Blues era la estrella del momento por su velocidad ya que a sus rivales les sacaba varios cuerpos de ventaja y producto de esto último, el público se acercaba a filmarlo o sacarse selfies con él antes de sus carreras, además de aplaudirlo cuando aceleraba y comenzaba a acercarse a la meta.

Todo marcha bien hasta que llegó el duelo que todo el mundo hípico esperaba. Luthier Blues vs. Labrado, dos sprinter que no defraudaron en el Clásico Paraguay, una prueba de 1.000 metros, con un premio de 1.215.000 pesos que fue corrida en el noveno turno de la reunión que se llevó a cabo en el hipódromo Argentino de Palermo.

Desde las gateras, largó mejor Labrado que Luthier Blues y agarró la punta del lote. A su costado derecho vino Que Pingazo y un poquito más atrás lo hizo el representante azuleño. Así corrieron hasta los 500 metros.

Ya sobre los 400 metros Luthier Blues fue a buscar al puntero y llegaron a estar cara a cara, sin concesiones, sin más testigos que sus jockeys, quienes lucharon cuerpo a cuerpo durante varios metros, ante la presencia de más de mil aficionados en el hípico porteño, donde se corrió en una pista de arena. Sin embargo, sólo podía quedar uno invicto ya que el primero, un producto de tres años, venía de ganar tres carreras consecutivas en sus únicas tres presentaciones y el otro 10, más un record de 14 triunfos sobre 20 carreras.

En los 250 metros finales parecía que Luthier Blues, de cinco años, iba a superar a Labrado, que corrió siempre muy firme por media cancha.

Finalmente, la fuerza del ejemplar entrenado por Angel Bonetto aguantó la presión, nunca dejó de ser el puntero y terminó doblegando al sprinter azuleño con un cambio de ritmo que pocos conocían y que le permitió coronarse como el mejor caballo de la jornada, tras ser el primero en cruzar el disco y destronar a la sensación del turf argentino por una cabeza de ventaja, con una demostración contundente para llevarse más de un millón de pesos en premios, de los 3.200.000 que había en juego.

El ganador, un hijo de Le Blues, empleó un tiempo de 53s 90/100 para la recta de arena palermitana. Mientras que el favorito de las mayorías de los burreros culminó en el segundo puesto. De esta manera, entregó el cetro y claudicó ante el nuevo rey a la espera de una revancha. La misma llegó en octubre en el Gran Premio Suipacha, una prueba de Grupo 1 de 1.000 metros y con un premio de 3.000.000 pesos corrido en el duodécimo turno de la reunión en el hipódromo de San Isidro, donde otra vez Labrado fue el mejor y sacó un cuerpo y medio a Rudy Trigger, que a su vez le ganó por otro cuerpo y medio al caballo preparado en Azul, quien quedó tercero.

Tras dejar pasar varios grandes premios producto de la recuperación de una lesión, Luthier Blues regresó a las gateras para correr el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1) sobre 1.000 metros de césped en el Hipódromo de San Isidro, donde tenía como rivales a los mejores velocistas del país y entre ellos se destacaba la presencia de Labrado. Sin embargo, ante de llegar a las gateras, el gran favorito escapó sin su jinete Wilson Moreyra por lo que quedó fuera de la largada.

Con su máximo rival fuera de carrera, las miradas estaban puestas en Luthier Blues, bajo la monta de Rodrigo Gonzalo Blanco. En ese sentido, parecía tener el camino liberado para volver a los primeros planos, pero el caballo entrenado por el azuleño Gonzalo Sarno desaprovechó la oportunidad y terminó en el cuarto puesto, detrás de Le Mall.

El ganador fue Just On Time, un hijo de Hurricane Cat que fue corrido por el jinete Rodrigo Bascuñán, debutante en la montura del zaino que no había ganado antes en esa superficie. Este caballo en los metros finales venció a Jumpy Spring y conquistó su primer éxito de Grupo 1 en la segunda oportunidad que tuvo de afrontar una prueba de ese calibre.