César Luis Martínez, fue el primer presidente del Concejo Deliberante de Azul tras la recuperación de la democracia. A 40 años de aquel histórico momento, quien fuera en esta ciudad uno de los principales protagonistas de aquel momento de transición, en representación de la Unión Cívica Radical, dialogó con EL TIEMPO. Entre otros temas, rememoró cómo fue esa etapa, habló sobre su rol en el Legislativo local e hizo alusión a la realidad política que se vivía. También opinó sobre la actualidad.

"Un hecho que se aceleró después de la guerra de Malvinas.

En principio Martínez contó que para las elecciones de 1983 se presentaron tres listas en Azul: la de la Unión Cívica Radical, que llevaba a Rubén César De Paula como candidato a Intendente; la del Justicialismo, que postulaba a Mario Laurini; y la del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), la cual era encabezada por Alberto Sarramone, "cuyo referente nacional era Rogelio Frigerio, abuelo del actual dirigente de Juntos por el Cambio".

"El llamado a elecciones fue un hecho que se aceleró después de la guerra de Malvinas. Ya no quedaban demasiadas alternativas. Raúl Alfonsín se había posicionado holgadamente como referente, no obstante eso hubo una elección interna donde frente a Renovación y Cambio estaba lo que era Línea Nacional, a la que representó con candidato a presidente Fernando De la Rúa", recordó Martínez, para luego añadir que "la elección interna se hizo en tres o cuatro distritos, porque después era tanta la diferencia entre Renovación y Cambio y Línea Nacional que De la Rúa desistió de la candidatura y terminó postulándose como senador por la Capital Federal".

Asimismo destacó que "Renovación y Cambio en Azul comenzó en 1972 con el impulso de Balbino Zubiri y Juan Rafael, mi hermano mayor, quienes eran muy amigos. En aquel momento se hicieron las elecciones y logramos alcanzar la minoría e integramos la lista de concejales que llevaba la Unión Cívica Radical. Perdimos los comicios y se consagró como intendente Juan Carlos Peralta Reyes. Después vino la interrupción democrática nuevamente".

"En el año '72 fui el primer presidente de Renovación y Cambio en Azul, no por méritos propios sino porque Balbino Zubiri y mi hermano -que eran quienes conducían ese movimiento- me propusieron a mí como candidato", contó también.

Al hablar sobre la militancia, Martínez recordó: "Mi hermano era muy militante. Yo era más bien un segundón. Pero de todas maneras era una figura que contribuía a posicionarse frente al radicalismo de Línea Nacional, que en Azul era muy fuerte con la familia Prat".

"Hubo circunstancias que significaron un giro en la opinión pública"

En otro tramo de la entrevista, sobre el proceso electoral de 1983, Martínez dijo que "no se tenía la certeza real de que se iba a ganar. Fue un triunfo casi un poco inesperado el de Raúl Alfonsín. Hubo circunstancias que significaron un claro giro en la opinión pública de aquel entonces".

En ese aspecto se mencionó la quema de un ataúd con la sigla de la UCR, el nombre de Alfonsín en el frente, los colores blanco y rojo del partido radical y una corona, de parte de Herminio Iglesias, candidato a gobernador de la provincia por el Justicialismo, a tan sólo dos días de aquellas elecciones.

Según Martínez: "Alfonsín tampoco tenía la convicción de que era ganador, porque enfrentaba a toda la estructura del Partido Justicialista, cuyo candidato a presidente era Ítalo Luder".

"En Azul era candidato a Intendente Rubén César de Paula y yo encabezaba la lista de concejales. Nosotros ganamos la elección, segundo salió Laurini y tercero Sarramone. La proporción fue siete concejales radicales, seis justicialistas y cinco del MID", comentó.

César Martínez acompañando a Raúl Alfonsín durante la campaña electoral de 1982. En la primera imagen en una conferencia de prensa ante medios locales y en la segunda en el marco de un acto en esta ciudad, en la cual se ve a quien sería elegido intendente de Azul: Rubén César De Paula. GENTILEZA CÉSAR MARTÍNEZ.

"Todas personas de primerísimo nivel"

Al recordar el trabajo en aquel Concejo Deliberante César Martínez señaló que "estaba conformado por personas de primer nivel de todos los partidos que tenían representación. Y había una gran camaradería".

También subrayó que, "en ese momento, fui presidente del Legislativo prácticamente por una decisión de Juan Atilio Barberena, porque Sarramone le había ofrecido que sea él, ya que sumando los dos bloques eran mayoría". "Destaco este acontecimiento porque realmente refleja lo que es Juan Atilio Barberena, quien manifestó que tenía que ser presidente del Concejo el representante del partido que había ganado las elecciones. Se llegó a un acuerdo en ese sentido. Me eligieron a mí, el vicepresidente fue Aníbal Bocchio y el vicepresidente segundo Pablo Egyptien", añadió.

De acuerdo con los conceptos vertidos por César Martínez, le resultó sencillo conducir las riendas del Legislativo azuleño a raíz de "la calidad de las personas que lo conformaban. Fue muy fácil, porque me sentaba ahí y la discusión se compartía muy ordenadamente".

"Puedo decir que no tuve prácticamente ningún problema en la conducción de ese Concejo Deliberante. Hubo una gran camaradería. Incluso, cuando terminaba la sesión y se hacía de noche -ya que casi siempre finalizábamos tarde-, generalmente después nos íbamos a cenar. Algunas veces iba y otras no", remarcó.

Para Martínez, otro hecho destacable es el marco de respeto que se generó entre los dirigentes de todos los partidos con representación en el Concejo. "Es que todas las listas estaban conformadas por personas de primerísimo nivel", aseveró.

Y manifestó: "Cuando asumí, en primer lugar, gran parte de mi decisión fue en memoria de mi hermano; y después en agradecimiento a la sociedad, porque yo decía que las personas que habíamos tenido la suerte de tener educación pública -hice Primaria, Secundaria y Universidad pública- tenían la obligación moral de responder ante la ciudadanía como devolución del beneficio que habíamos recibido. Por eso lo tomé como una enorme responsabilidad".

Portada de la edición de EL TIEMPO del 5 de diciembre de 1983. Allí se anunciaba que se elegirían las autoridades del Concejo Deliberante y trascendía que el Dr. César Luis Martínez sería el presidente. ARCHIVO/EL TIEMPO

"Nosotros éramos unos románticos"

Sobre la participación política en aquellos años, Martínez indicó que "ha cambiado totalmente a lo que es hoy en día. Nosotros éramos unos románticos".

Como ejemplo mencionó el hecho de que, simultáneamente, a su rol como concejal del Partido de Azul, "fui director del Instituto de Previsión Social desde el '83 hasta el '87, durante la gobernación de Alejandro Armendáriz. Al principio ni siquiera se cobraba sueldo como edil, el cual se estableció -con una base mínima- allá por el mes de mayo del año '84. Antiguamente era gratuita la representación política en el Concejo. En ese momento se puso un valor muy bajo, porque se tomó la escala más baja del ingresante municipal. Era casi referencial. Ese sueldo, no lo cobré nunca durante los primeros cuatro años".

Durante ese período, expresó también, "tuvo mucha importancia el secretario que había elegido para Concejo Deliberante, que fue el doctor Guillermo Tolosa, quien era uno de mis puntales junto a María Inés Etchevers".

En el mismo sentido César Martínez refirió que "recibimos un Concejo

Deliberante en el que no había nada. Tuvimos que salir a rescatar hasta las bancas. Solamente compramos un sillón para la presidencia porque no se pudo encontrar nunca".

"Al principio se tomaba nota escrita de las sesiones. Lo hacía la secretaria, María Inés Etchevers. Después decidimos poner un grabador y ella se ocupaba de desgrabar todo, lo cual representaba un trabajo ciclópeo y lo realizaba con una prolijidad tremenda, con una altísima capacidad de trabajo y una gran responsabilidad. Por su parte, Guillermo Tolosa se encargaba de todo el manejo institucional con los otros concejales y demás", resaltó Martínez, quien inmediatamente después acotó: "Éramos muy respetuosos de las presidencias de los bloques. Tal es así que en determinado momento hubo quien me pidió que me hiciera cargo de la representación de la bancada radical, pero le respondí que de ninguna manera lo iba a hacer, porque los proyectos tenían que pasar por el presidente del bloque, que era Alfredo Prat. Yo solamente cumplía la función institucional. Lo decidí así para ser equidistante".

Un acto de campaña en 1982 en el ex Cine San Martín. César Martínez sentado en primera fila. Uno de los principales oradores en la oportunidad fue quien en ese momento era el candidato a presidente de la UCR: Raúl Alfonsín. GENTILEZA CÉSAR MARTÍNEZ.

"Un mecanismo sumamente austero"

Por otro lado, César Martínez hizo hincapié en que en aquella época del Concejo Deliberante, "impulsamos un mecanismo sumamente austero. Teníamos secretario, prosecretaria, dos empleadas administrativas y un ordenanza". Y relató: "En un momento hubo una gestión para poner secretarios de bloques. La respuesta que le di al concejal de la oposición que me lo pidió fue que para atender esas cuestiones el Municipio le pagaba el sueldo a los ediles; y si querían tener un secretario que cada uno pusiera una parte de su sueldo. Hicieron eso".

También expuso que "cuando Guillermo Tolosa -en el '87- pasó a ser concejal, no repuse al cargo. En realidad puse en su lugar a la secretaria y en el cargo de prosecretario no nombré a nadie. O sea, en un principio éramos cinco y finalmente terminé con cuatro".

Como dato anecdótico, también evocó que: "Un día estábamos en una reunión y yo tenía que sacar unas fotocopias para mí actividad personal como abogado. Me dijeron que se las diese a la secretaria para que me las haga y les dije que no porque eran para mí y no para el Concejo. Me fui de la reunión, saqué las fotocopias y luego volví. Lo que era mío, era mío; lo que era de la de la función pública, era otra cosa. Eso no se tocaba".

"Era una administración extremadamente austera", reiteró y luego agregó que en aquel entonces había 583 empleados municipales en todo el Partido de Azul. En ese marco, advirtió, que "De Paula en determinado momento nos pidió en el Presupuesto un aumento de 30 empleados, pero nosotros se lo negamos. No lo dejamos en banda. Le dimos una partida para que pudiera contratar personas por un tiempo determinado, hasta terminar la obra, pero para los cargos públicos le dijimos que no".

En alusión a los 40 años de democracia, César Martínez afirmó que "el sólo hecho de ser sobrevivientes de ese trascendental acontecimiento, tiene por bien pagado lo que vivimos". "Tengo 84 años y no somos muchos los que hemos quedado de aquella época. A mi entender, sin ningún tipo de dudas, es el mejor sistema, yo viví todas las otras situaciones", apuntó.

"Mi punto de vista es totalmente opuesto a lo que está sucediendo"

Sobre el final de la entrevista con este matutino, al ser consultada su opinión sobre la actualidad política en Argentina, el ex presidente del Concejo Deliberante de Azul respondió: "La veo convulsionada, muy revuelta. Este acontecimiento que le está pasando a Juntos por el Cambio es realmente un conflicto grave. Mi punto de vista es totalmente opuesto a lo que está sucediendo".

"Pienso que la función pública se ha destruido, se ha corrompido.

En aquella época, si se llegaba a ver a uno que quería meter más o menos la mano, se lo condenaba contundentemente, pero no sólo de parte de la política sino fundamentalmente desde la sociedad", aseguró.

Ante lo mencionado anteriormente César Martínez declaró que "toda esa permisividad que se fue produciendo y dejando pasar, cada vez se fue degenerando más. Por eso, hoy en día, nos encontramos con casos como el de Martín Insaurralde. Eso era una cosa intolerable desde todo punto de vista".

Por último, quien asumiera la titularidad del Legislativo azuleño en 1983 concluyó: "El país está mal no porque no tenga ingresos; es porque de los ingresos se hace una mala distribución. Es tan sencillo como eso".

El Dr. César Luis Martínez recibe de parte de Alfredo Prat, presidente de la bancada de la UCR, su diploma como concejal. ARCHIVO/EL TIEMPO