Las medidas cautelares se hicieron efectivas en la vecina ciudad contando con órdenes dispuestas por Gabriel Di Giulio, el magistrado a cargo del Juzgado Federal 1 con asiento en Azul.

A través de evidencias incorporadas a una causa penal que desde meses atrás se lleva adelante desde la Fiscalía Federal que también tiene su sede en Azul, cuando este jueves ambos sospechados fueron arrestados los efectivos policiales que intervinieron en esos procedimientos habían allanado tres inmuebles vinculados con ambos.

Objetivos de esas diligencias fueron los domicilios donde ambos hombres respectivamente se domicilian -uno de ellos situado sobre la calle Luis Brané y el otro en Coronel Granada- y el local comercial de uno de esos varones, ubicado sobre la Avenida 9 de Julio.

Agentes pertenecientes a la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas realizaron las diligencias y las detenciones de los sospechados.

De acuerdo con lo señalado a EL TIEMPO por voceros ligados a la tramitación de esta causa, durante los allanamientos se incautaron envoltorios que contenían cocaína, flores y plantas de cannabis sativa.

A esos tipos de drogas, halladas en cantidades escasas, se sumaron los secuestros de recortes de nylon, dinero, teléfonos celulares, libretas y un cuaderno con "anotaciones varias". Y también se recogió en una de las diligencias una "lapicera apta para el disparo, con una munición calibre 22 intacta".

Según lo que autorizara el Juez Federal que entiende en esta causa, los teléfonos hallados en poder de los investigados serán sometidos a análisis, con el objetivo de encontrar en sus comunicaciones más evidencias que sirvan para demostrar la existencia de esta infracción a la Ley 23.737 y las autorías de ambos varones en ese tipo de delito, que ante eventuales condenas contempla penas de prisión que van desde los cuatro a los quince años.

Durante la indagatoria desarrollada hoy viernes en la sede del Juzgado Federal con asiento en la calle De Paula de Azul, el comerciante investigado estuvo representado por Roberto Dávila, el abogado que ahora lo patrocina en esta causa.

En tanto, al otro sospechado lo asistió en esa audiencia un defensor Oficial: Patricio Varela.

A través de sus dichos, ambos negaron dedicarse a vender drogas y -según lo referido a este Diario por voceros judiciales- dijeron también que los estupefacientes hallados en poder de los dos les habían sido "plantados".

Analizando las circunstancias de la situación que los involucra, el Juez que entiende en esta causa concluyó que no existían riesgos procesales en caso de que los dos recuperaran la libertad.

De esa manera, tras las realizaciones de las indagatorias el magistrado azuleño se pronunció a favor de liberarlos, dejando sin efecto las medidas cautelares por las que transitoriamente ambos sospechados estuvieron detenidos.

El Juez que entiende en esta causa cuenta ahora con un plazo de diez días para resolver con relación a las situaciones procesales de los investigados.

Junto con las libertades de los dos, Di Giulio les impuso diferentes obligaciones, consistentes en fijar domicilio -"del que no pueden mudarse sin autorización ni ausentarse por más de 24 horas"-, la prohibición de salir del país, de cometer delitos y de poseer o consumir estupefacientes. Además, transitoriamente quedaron inhabilitados para portar o tener "cualquier tipo de arma de fuego".

Uno de los sospechados, pero desde la justicia ordinaria, figura investigado en una causa por violencia de género.

En tanto, el comerciante que también hoy viernes recuperó la libertad tiempo atrás figuró imputado en otra causa penal vinculada con una infracción a la Ley 23.737.

Ese sumario, tramitado desde la justicia provincial, había derivado en marzo de 2022 en que desde la Cámara Penal departamental, en una segunda instancia, fuera decretado su sobreseimiento.

Volviendo a la investigación más reciente llevada a cabo desde la Justicia Federal y que ayer jueves derivara en Tapalqué en las detenciones de los varones mayores de edad, existen evidencias que indican que en esa vecina ciudad desde tiempo atrás ambos venían dedicándose a la comercialización de drogas bajo la modalidad conocida como "narcomenudeo".

Dicho accionar ilícito, según tareas de observación y seguimiento desarrolladas por personal policial, las realizaban desde los respectivos inmuebles donde se domicilian. Y en el caso del comerciante, también desde ese local que posee sobre la Avenida 9 de Julio, el cual -se sostiene por parte de la imputación- utilizaría como "pantalla" para vender drogas.

A través de esas "posibles conductas de narcomenudeo", el propietario del negocio -además- le proveería droga al otro varón que fuera detenido ayer jueves, para que esos estupefacientes después los venda "en distintos puntos" de Tapalqué, la ciudad situada a poco más de 40 kilómetros de Azul.