La información fue confirmada a EL TIEMPO por fuentes judiciales y policiales y se estimaba que mañana miércoles el sospechado ya sea traído a Azul para ser indagado por el fiscal que investiga este homicidio: Adrián Peiretti, el titular de la UFI 13 con asiento en el Palacio de Justicia local.

Voceros ligados a la pesquisa identificaron al ahora detenido como Ramón Omar Vélez.

De 54 años de edad, figura con actual domicilio en José C. Paz, la localidad ubicada en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires, a unos cuarenta kilómetros de la Capital Federal.

Durante el día de hoy martes, tanto su domicilio actual como ese otro en Ciudad Oculta donde resultó detenido -al parecer, un inmueble donde su actual pareja reside- se convirtieron en objetivos allanados por los investigadores en procurar de dar con Vélez.

Al mismo tiempo, fuentes oficiales señalaron que las diligencias permitieron secuestrar un automóvil en que el sospechado del asesinato del martillero llegó a Azul el pasado viernes 17 de enero. Mismo rodado en el que -de acuerdo con lo que ha podido reconstruirse en el marco de una exhaustiva investigación- se fue de la ciudad luego de ocurrido el crimen que ahora le imputan.

Concretamente, se trata de un automóvil Chevrolet Corsa, según lo consignado a este medio.

En tanto, durante los allanamientos realizados este martes los efectivos de seguridad a cargo de ambas diligencias hallaron e incautaron varios teléfonos celulares, prendas de vestir -que el investigado al parecer tenía puestas el día del crimen en Azul- y el estuche, de plástico, de un arma de fuego.

Voceros de seguridad aclararon que el arma de fuego con la que el martillero fue asesinado aún no ha podido ser encontrada.

Un tiro en la cabeza

Por motivos que todavía están tratando de determinarse, el homicidio del martillero Eduardo Antonio Bustos se produjo durante las primeras horas del pasado sábado 18 de enero.

Aquel mismo día, pero ya cuando era alrededor de las 22, un familiar suyo lo encontró sin vida en la planta alta del inmueble donde se domiciliaba y vivía solo, que está situado sobre la calle Rauch, en la cuadra comprendida por Belgrano e Yrigoyen.

En ese lugar Bustos -que tenía 55 años de edad- poseía también la inmobiliaria desde donde desarrollaba su labor profesional.

La autopsia a la que fuera sometido su cuerpo al día siguiente -es decir, el domingo 19 de enero- sirvió para determinar que había sido asesinado de un disparo en la cabeza.

Efectuado con un arma de fuego calibre 22 que hasta el momento no ha sido hallada, fue posible durante la necropsia hallar en la base del cráneo de la víctima el plomo de un proyectil. E inmediatamente eso sirvió para establecer el calibre del arma de fuego con la que el martillero había sido ultimado.

A través de la autopsia se estableció que Bustos presentaba una herida "con un anillo contusivo-escoriativo" cuyo ángulo de incidencia era "agudo respecto a la posición del disparo" y considerando también el ingreso del proyectil en su sien derecha.

También se concluía que el balazo que acabó con su vida "fue realizado del lado derecho, de arriba de la cabeza" y "con una dirección del proyectil de arriba hacia abajo de derecha a izquierda y levemente de anterior a posterior, impactando en la base del cráneo, produciendo una pequeña fractura en la zona" y quedando el plomo sin lograr penetrar el hueso del cráneo, todo lo cual le produjo la muerte prácticamente en el acto.

La investigación

No bien la muerte de Bustos se descubrió estuvo al frente de la investigación penal la fiscal Mariela Viceconte. Y ese domingo en que se determinó que había sido asesinado, en una de las primeras inspecciones realizadas en la casa del martillero -el escenario del crimen- desde aquel entonces estuvo también trabajando el fiscal Adrián Peiretti.

Precisamente, un pedido del actual titular de la UFI 13 sirvió para ordenar el secuestro del auto en que Vélez llegó a Azul el día del homicidio del martillero.

Según fuentes oficiales revelaron a EL TIEMPO, no era la primera vez que el hombre venía a esta ciudad. Y años atrás, en ese mismo auto que ahora fue secuestrado había protagonizado en Azul un siniestro de tránsito.

Desde un principio pudo determinarse que Bustos había estado aquella noche del viernes 17 de enero con el hombre que ahora está detenido como el probable autor de su homicidio.

También, que ambos habían cenado empanadas, tomaron helado y que después el martillero fue asesinado.

La escena del crimen fue prácticamente "limpiada" por el autor del hecho, quien en la previa a huir en la camioneta de la víctima se llevó los registros de las cámaras de seguridad que Bustos tenían instaladas en su vivienda y su teléfono celular. Y también faltaron el CPU de una computadora, dos mochilas y ahora trascendió que al martillero le fueron sustraídos varios relojes. Elementos que en su totalidad, a excepción del rodado, aún no han sido encontrados.

"Para encaminar su huida del lugar utilizó la propia camioneta de la víctima, la cual se encontraba estacionada en las afueras del domicilio", se mencionó en un reporte dado a conocer este martes desde la Fiscalía General departamental.

Concretamente, se trata de la Chevrolet S10 que, una vez iniciada la investigación por el crimen, sería hallada por la Policía abandonada en Olavarría casi Alberdi.

De fundamental importancia para reconstruir los pasos del hombre que ahora está detenido como el probable autor del crimen fueron registros de cámaras de seguridad observados por los investigadores. Tanto los del Centro de Monitoreo de la Municipalidad de Azul como de grabaciones de cámaras instaladas en domicilios y comercios.

En esas filmaciones fue posible observar que el investigado llegó ese viernes 17 de enero en el auto que fue secuestrado hoy martes, al ser hallado en Ciudad Oculta.

De ese auto se pudo establecer, además, que lo dejó estacionado en el Barrio Empleados de Comercio. Y que llegó caminando a la casa de la víctima, desde donde luego se iría en su camioneta tras el homicidio, la cual después dejó abandonada en el lugar de la ciudad antes referido.

Desde ahí, el hombre que ahora es considerado el autor de este asesinato regresó a pie al BECO a buscar su auto, en el que se fue de Azul.

La profunda investigación llevada adelante -desarrollada en un estricto hermetismo- permitió establecer que Vélez se fue en su auto de esta ciudad por la Ruta 51 durante las primeras horas del sábado 18 de enero. La misma por la cual había llegado aquel viernes 17 de enero pasado.

Al respecto, agregados a esta pesquisa existen registros de cámaras de seguridad donde se ve transitar al auto en la Ruta 51, cuando pasa por los partidos de Tapalqué y Saladillo.

A pocos días de haberse iniciado la investigación de este asesinato Vélez pudo ser identificado como el probable autor del crimen del martillero.

Además de los referidos registros fílmicos, desde la pesquisa se realizaron más averiguaciones que finalmente sirvieron para ubicarlo y detenerlo este martes por la tarde en Ciudad Oculta.

"El procedimiento judicial de allanamientos y detención fue llevado a cabo en colaboración con el Juzgado de Rogatorias de Capital Federal, la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y personal de la DDI de Azul, quienes además participaron durante toda la investigación conjuntamente con la Fiscalía".

Efectivos de la Seccional Primera local colaboraron también "en algunas diligencias que le fueran encomendadas", según lo oficialmente informado.

"Luego de profundas tareas de investigación que fueran llevadas a cabo de manera reservada por la Fiscalía interviniente con personal de DDI Azul, agentes de esta última dependencia fueron comisionados a la localidad porteña con el fin de colaborar con las medidas solicitadas por la Fiscalía y que fueran otorgadas por el Juzgado de Garantías 1 de Azul a cargo primero de magistrado Juan José Suárez y posteriormente de su colega Adriana Bianco".

Tras las primeras medidas ordenadas por el titular del Juzgado de Garantías 3, la Jueza de Ejecución Penal fue quien ordenó la detención de Vélez realizada hoy martes por la tarde en CABA.