ENFOQUE . $Libra: crónica de un "criptogate" anunciado

Por Rodrigo E. Bionda (*)

Especial para El Tiempo

La interacción en el ciberespacio no deja de someter al phono sapiens a nuevas e impensadas contradicciones que, una vez más, habrá de abordar autobiográficamente. Recientemente, se tornó viral -con alcances globales- una trama que reunió un combo letal marinado con influencia política, falta de regulación y especulación, acontecido en uno de los ciberentornos de culto cypher punk más icónicos: el ecosistema cripto.

Este nuevo capítulo de un novela vital que sugiere estar condenada a galeras, pareciera haber pronunciado un conjuro mágico, que desató una andanada de criptochantas y especialistas en generalidades que desfilaron por cuanto medio de comunicación se ocupó del tema, repitiendo conceptos equivocados y desinformando a la población en una desopilante remake del segmento meme "Hablemos sin saber"; algunas veces de modo intencional y otras tantas por desconocimiento; aunque -por suerte, también- algunos profesionales e idóneos serios aportaron información valiosa para tener un panorama claro y poder hacerse una idea de lo acontecido en el marco del denominado "Caso $Libra".

Este nuevo episodio, que brota de la inagotable fuente de creatividad criolla para la creación de una excusa que sacuda la monotonía cotidiana, resalta la necesidad de fortalecer los mecanismos de educación financiera, la transparencia en la promoción de activos digitales, la imperiosa necesidad de regular la actividad de los influencers y de los mercados de criptoactivos, para evitar que más personas sean perjudicadas por este tipo de esquemas, mientras un pibardo -que aún no sabe sonarse la nariz- los alienta del otro lado de su pantallas, repitiendo un mantra absolutamente vacío de contenido: "Masivo, Bro".

También permite ser analizado desde múltiples perspectivas. Puede ser observado desde un crisol de miradas que transitan por el plano político, el judicial, el sociológico, el filosófico o el técnico. Por nuestra parte, aun cuando miradas mezquinas y miopes intenten enredarlo en el plano político, trasladar conclusiones apresuradas a la dimensión judicial, intentando encontrar explicaciones sociológicas o causas filosóficas de este evento en extremo previsible, nos limitaremos a un análisis estrictamente técnico, on Line y on Chain, que aporte información para que cada lector pueda extraer las conclusiones que mejor le hagan.

Alejados de cualquier 'grieta', vamos a procurar hacerlo desde el punto de vista más objetivo posible, conscientes de que la objetividad absoluta es una ingenuidad epistemológica, aunque aliviados por saber que, en definitiva, las opiniones son libres, sólo los hechos son sagrados.

Clareando el panorama

Resulta inevitable internarse en el argot cripto para que el lector pueda comprender, en lenguaje claro, de qué se trata cada uno de los términos que ha escuchado mencionar una y otra vez en estos últimos quince días.

La blockchain es la estructura que permite contener el universo cripto y registrar las transacciones que se efectúen de modo inmutable, descentralizado, transparente, seguro y trazable en relación a las diferentes criptomonedas -criptos propiamente dichas, altcoins, memecoins, stablecoins, tokens no fungibles o NFT por su sigla en inglés- entre tantísimos otros usos que permite esta tecnología. Es básicamente una estructura de datos descentralizados, similar a un archivo de Excel donde se vuelca un registro contable distribuido (DLT) o Ledger, al que tiene acceso cualquier cibersujeto, desde cualquier parte del mundo, desde cualquier nodo, y registra la información en conjuntos o bloques que, mediante criptografía asimétrica, configura una base de datos pública no relacional que contiene un histórico irrefutable de información.

Una criptomoneda es una moneda digital o token. Esto es, un activo carente de representación corpórea o física. Es todo y no es nada; en un segmento de script o, en otras palabras, un pedazo de código informático que no tiene respaldo de ningún Banco Central. Su comercialización -compra y venta- se registra en una base de datos descentralizada -la denominada blockchain- que actúa como un registro descentralizado, transparente, histórico, seguro, inmutable y trazable de cada transacción.

Un token, como activo digital, puede ser creado por cualquier individuo o compañía que lo ponga en el comercio del mercado de criptomonedas y lo haga circular o correr. Esto es, que permita comercializarlo y registrar sus operaciones en alguna blockchain. Existen diversos tokens en el mercado de activos digitales y también diversas blockchains. En algunas ocasiones, la criptomoneda corre por su propia cadena de bloques (como ocurre con la archiconocida Bitcoin que corre bajo la cadena de bloques de la misma denominación, como sucede con Ether, que es la cripto que corre bajo la blockchain de Ethereum o como Sol que es contenida por la cadena de bloques Solana) y, en algunas ocasiones, la cripto no cuenta con su propia cadena de bloques y opera en otra blockchain compatible, como ocurre con Tether, que corre por varias cadenas de bloques diferentes.

Un influencer es aquella persona que tiene capacidad de influenciar a otros. Si bien todos podemos influenciar a alguien, esta es una nueva fuente laboral explotada por aquellos que cuentan con muchísimos followers o seguidores y, en el universo de la comercialización de activos digitales, es una persona reconocida en el mercado que tiene capacidad de persuadir a otros sobre la conveniencia y oportunidad de comprar o vender un activo digital. De este modo, cuanto más "k" de seguidores, mayores chances de influir en los comportamientos, como manifestación de una nueva versión de la denominada tecnología persuasiva.

Se pueden encontrar influencers en el universo del espectáculo -Kanie West, Taylor Swift- lógicamente en la política y el mundo de los negocios -pensemos en Donald Trump y Elon Musk-, o en el ámbito del deporte -Kun Agüero- o del streaming -Coscu, Robleis, Spreen-, ente otras áreas. A mayor reconocimiento popular, mayor nivel de influencia en la toma de decisiones; por lo que no es lo mismo que un ciudadano común recomiende comprar un token, a que dicha recomendación provenga de alguna figura relevante de dicha área y -mucho más aún- si cuenta con alguna expertise en materia bursátil.

Generalmente, dicha acción en las redes produce lo que se denomina Hype. Esto es, la generación de una expectativa exagerada en torno a algo o alguien, impactando como trend topic mediático, término muy utilizado en los ciberentornos del marketing y los videogames por streamers.

Crónica on line y on chain

Convencidos de que las opiniones son libres y sólo los hechos son sagrados, puede resultar interesante reconstruir lo acontecido de modo cronológico con los registros que se obtienen on Line -esto es, de la web y de las redes sociales- y on Chain -es decir, del análisis de la blockchain- para que cada quien se forme su propia opinión en torno a este criptogate, cuyas consecuencias aún no se dimensionan.

Recurriendo a una herramienta como Explore Solana Blockchain (disponible en https://solscan.io/) es posible comprobar que el token $Libra fue creado desde la plataforma Pump.fun (disponible en https://pump.fun/board?coins_sort=market_cap) el día 14 de febrero de 2025 a las 18:38:02 horas; para correr en la blockchain de Solana, una red utilizada habitualmente para la generación de memecoins debido a sus bajos costos de transacción y celeridad, características que permiten la creación, compra y venta de miles de tokens con facilidad.

Esta cripto fue creada bajo el smart contract -significa contrato inteligente, que no es más que un programa de ejecución automática- identificado como Bo9jh3wsmcC2AjakLWzNmKJ3SgtZmXEcSaW7L2FAvUsU, habiéndose emitido 1.000.000.000 de tokens e, instantes después de su creación, el 70% de los tokens fueron distribuidos entre unas pocas wallets o billeteras a un precio cercano a cero, lo que indica que esta operación fue realizada por los creadores del token, personas con información privilegiada -denominados insiders- o bots -robots que, programados, intermedian en la compraventa de monedas- que estaban apuntando su mira a esta cripto y son conocidos por snipers.

Recurriendo a un indexador de archivos eliminados en internet como Wayback Machine (disponible en http://web.archive.org/), se puede verificar que a las 19:01 horas de ese mismo 14 de febrero de 2025, desde la cuenta personal del Presidente de la Nación Javier Milei en la red social X (ex Twitter), se publicó un mensaje donde hacía referencia a $Libra como un proyecto de inversión para el desarrollo económico argentino, afirmando que: "La Argentina liberal crece. Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos. El mundo quiere invertir en Argentina", presentándola de algún modo como una utility coin -es decir, una forma de activo digital que representa el acceso futuro a un producto o servicio- e incluyendo el enlace al sitio web del proyecto: https://www.vivalalibertadproject.com/es-ar y la dirección del smart contract del token.

Si utilizamos una herramienta como dondominio.com (accesible desde https://www.dondominio.com/es/whois/) podemos apreciar que el sitio web al que remitía el mensaje del Presidente de la Nación había sido registrado el 13 de febrero de 2025 a las 22:37:07 y proporcionaba una única vía de contacto, un correo electrónico de gmail: vivalalibertadproject@gmail.com; estos, son elementos indicadores que -de algún modo- alertaban sobre la escasa seriedad del proyecto.

Tal vez como el mensaje provenía desde la cuenta del Presidente de la Nación, que cuenta con más de 3,8 millones de seguidores, el impacto logrado fue inmediato y luego de la publicación en la red social, el precio del token $Libra sufrió un crecimiento exponencial, debido a la gran demanda generada por la difusión masiva. Su precio inicial de aparición en el mercado fue de US$ 0,13 y su pico de máxima alcanzó el valor de US$ 4,56, multiplicó su valor 35 veces y alcanzó una capitalización máxima de mercado -esto resulta de multiplicar la cantidad de tokens emitidos por el valor unitario de cada uno de ellos- de US$ 4.560 millones.

De acuerdo con TRM Labs (accesible desde https://www.trmlabs.com/), aproximadamente veinte minutos antes del tweet del presidente, una dirección recibió un millón de tokens $LIBRA. Tras recibir los tokens, esta dirección los añadió a un fondo de liquidez en Meteora, una plataforma DeFi en Solana. Esa misma dirección también envió tokens $LIBRA a varias otras direcciones que, a su vez, los añadieron al mismo fondo de liquidez.

Posteriormente, direcciones potencialmente asociadas con el equipo de $LIBRA retiraron fondos directamente del fondo de liquidez de Meteora en Solana, lo que disminuyó gradualmente el precio de $LIBRA. Luego, se retiraron 7,8 millones de dólares en SOL del fondo de Meteora, los cuales circularon a través de dos billeteras potencialmente vinculadas al equipo de $LIBRA y, finalmente, fueron depositados en un punto de consolidación.

He aquí por qué sólo una hora después de la publicación del Presidente y de que interactuaran alrededor de 35.586 wallets -billeteras virtuales- con el token de $Libra, el precio comenzó a caer dramáticamente por una liquidación masiva. Es que cuando el precio alcanzó los US$ 4,56 las wallets o billeteras virtuales que habían recibido los tokens a un precio cercano a cero, comenzaron a vender en grandes volúmenes y millones de tokens $Libra fueron intercambiados por Sol (Solana) y USDC (dólar digital estable), lo que produjo un colapso abrupto del valor del token, que descendió por debajo de US$ 1, incluso por debajo del precio que tenía antes de la publicación.

A esta altura y con este panorama, es conveniente destacar que existen varios métodos de incremento artificial, manipulado o controlado del valor de un activo, pero uno de ellos es el que se ha mencionado con más insistencia. En una recomendable y reciente obra de Nick Furneaux se puede leer que el esquema denominado ruge pull o quitar la alfombra debajo de los pies, funciona de esta manera: se diseña y lanza un token; luego se utilizan las redes sociales y otras fuentes de marketing para promocionarlo, pagando a una celebridad o influencer para que publique o comente favorablemente sobre él, lo que aumenta su valor percibido y genera enormes chances de capitalización.

Una vez que el valor es lo suficientemente alto, quien pergeñó la maniobra -que casi con seguridad, contará con una o varias wallets o billeteras con un porcentaje significativo del stock de monedas compradas a cero- las venderá y venderá el token. De esta forma, con la salida de fondos a otra moneda como Ether, por ejemplo, reducirá el valor de la moneda a cero y retirará gran parte de los fondos de dicha capitalización (Furneax, Nick; There's No Such Thing as Crypto Crime: An Investigative Handbook, Wiley, New Jersey, 2025).

Esto fue lo que finalmente ocurrió.

Las red flags o alertas

Con base en el panorama descripto, se pueden hallar varios indicadores que revelaban que $Libra era un proyecto sospechoso y poco serio. En efecto, varias alertas hacían presagiar este desenlace:

-La creación del token minutos antes de su promoción, el token fue creado el mismo día de su anuncio, apenas unos minutos antes de la publicación presidencial.

-La ausencia de planificación y desarrollo previo es un indicio claro de que el proyecto no tenía bases legítimas, el sitio web improvisado y poco profesional, el dominio fue registrado el día anterior y su diseño presentaba serias deficiencias. Utilizaba una cuenta de Gmail como e-mail de contacto oficial y contenía un formulario de Google para la supuesta carga de proyectos de financiamiento. Estos detalles reflejan improvisación y falta de profesionalismo.

-La falsa utilidad del token era otra alerta. Se presentó como una utility coin, pero en realidad no tenía ninguna función concreta. No existía documentación técnica que explicara su utilidad en un ecosistema real, lo que lo convertía en una simple shitcoin sin valor más allá de la especulación.

-La distribución sospechosa de los tokens. Un gran porcentaje estaba concentrado en tan solo cinco billeteras. Este nivel de concentración extrema sugiere una posible manipulación del mercado y la preparación de la ejecución de un rug pull, donde los creadores se apropian de los fondos y desaparecen.

-Había un cúmulo de desconocidos detrás del proyecto. Los creadores de $Libra no eran personas reconocidas en la industria cripto, ni contaban con antecedentes en el ecosistema. La falta de transparencia sobre sus identidades y credenciales es una bandera roja en cualquier inversión.

-Carecía de auditorías y documentación técnica. No existió ninguna auditoría independiente del código del contrato inteligente ni un whitepaper detallado. Un proyecto serio en blockchain debe contar con auditorías de seguridad y documentación clara para garantizar transparencia.

-La promoción se asentó primordialmente en figuras políticas y no en tecnología. La difusión del token se centró en la figura del presidente Javier Milei en lugar de su tecnología o propuesta de valor. Este tipo de estrategias suelen utilizarse para generar entusiasmo irracional en la comunidad y fomentar compras impulsivas sin fundamentos sólidos.

-Era posible detectar movimientos sospechosos que inflaron artificialmente el precio del token en sus primeras horas, generando una falsa sensación de éxito y atrayendo a más inversores antes del desplome.

-Faltaba de un roadmap claro del desarrollo real. Un proyecto serio en blockchain debe contar con una hoja de ruta detallada con objetivos concretos y un equipo de desarrollo comprometido con su cumplimiento.

No todo lo que brilla es cripto

Como se podrá avizorar, para obtener la formación necesaria para sumergirse en la blockchain e invertir en criptomonedas, no alcanza con ver dos tutoriales en YouTube: requiere diligencia y un enfoque técnico para evitar caer en este tipo de maniobras. De modo tal que, de ser posible, queremos proporcionarle al lector algunas herramientas mínimas para procurar sortear sobresaltos como este.

Antes de invertir en cualquier proyecto debe recordarse el axioma "DYOR" que, en el universo de las Criptomonedas, quiere decir "Do Your Own Research", es decir, "hace tu propia investigación" antes de ingresar -patrimonialmente hablando- en un proyecto o criptomoneda, lo que sería actúa con "la debida diligencia" a fin de tomar decisiones voluntarias e informadas.

De tal modo, el primer paso ineludible consiste en rastrear y verificar la claridad, solidez y veracidad del documento fundacional de un proyecto, conocido por el "White Paper", en este caso inexistente por la propia naturaleza del activo ofrecido quizás.

El proyecto Libra, además de carecer del documento causal, se presenta al público con una escueta página web que no clarifica para nada las bases y puntos de partida del proyecto pero se vincula al token, según puede cotejarse por ejemplo en https://coinmarketcap.com/currencies/libra-viva-la-libertad-project/?s=08.

Se debe efectuar una auditoría del contrato inteligente o chequear auditorías externas que hayan revisado el código en plataformas como Etherscan y evitar contratos con funciones sospechosas como mint() o transferOwnership().

Utilizando herramientas como Dune Analytics, Nansen o Arkham efectuar análisis on chain y verificar la distribución de tokens, evitando proyectos donde pocas billeteras controlen la mayoría del supply o stock de tokens emitidos.

Es posible analizar desde plataformas como Unicrypt o Team Finance que los desarrolladores no puedan retirar fondos inesperadamente, verificar de ese modo la liquidez y su bloqueo. De igual modo, es recomendable monitorear la actividad sospechosa, habida cuenta que se pueden configurar alertas en Whalewatchers o Etherscan Alerts para detectar movimientos masivos de tokens antes de un posible rug pull.

Nunca es conveniente otorgar permisos de gasto ilimitado, si se utilizan dapps como Uniswap u OpenSea, donde se debe otorgar permiso para gastar los tokens y NFTs, es posible recuperar el control revocando tus autorizaciones desde Revoke.cash.

Finalmente, es clave la educación financiera. Eludir los impulsos generados por el hype de las redes, optando por proyectos sólidos que deben contar con un equipo verificado, un whitepaper claro y un propósito real. De lo contrario, tal vez cualquier desprevenido inversor en un abrir y cerrar de ojos se encuentre rogándole a DYOR: $Libranos de todo mal.

(*) Juez en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires. Docente de Grado y Posgrado en Universidades y Organismos Nacionales y Extranjeros. Investigador. Autor de obras individuales y coautor en obras colectivas. Miembro admitido por la Asamblea General de Naciones Unidas del Comité Ad Hoc para la elaboración de una Convención Internacional sobre la Lucha contra el Uso de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones con Fines Delictivos de la ONU. Especialista convocado por las Comisiones de Derechos y Garantías y de Justicia y de Asuntos Penales del Honorable Senado de la Nación. Miembro de Red Internacional de Justicia Abierta.