Por Omar A. Norte

Especial para El Tiempo

Días pasados ingresaron al Concejo Deliberante las Ordenanzas fiscal e impositiva y el Presupuesto que regirá los destino de los azuleños para el año 2023, luego un análisis en general de ellos, se puede decir que nada cambia en relación a los años anteriores, pues se mantiene en forma reiterativa y constante la inercia de la gestión del gobierno municipal.

Pasando a desarrollar algunas de las cuestiones o temas allí formulados debo manifestar en primer lugar que, tal cual viene sucediendo a lo largo de estos últimos años, la matriz de ahogo financiero sigue más vigente que nunca.

Por el lado de los recursos proyectados por 10.630 millones de pesos , se insiste en aumentar por encima de los índices de inflación la tasa comunitariamente conocida como Recolección, Barrido disposición final y Limpieza de la vía pública por 1.125 millones de pesos con un aumento proyectado del 166% , y como si eso no fuera poco se vuelve a la carga con la incorporación de la cuota 13 como cláusula gatillo automática, pues está atada a los aumentos salariales y de contratos de servicios por sobre lo presupuestado, que al presupuestarse ambos sin ajustes por eso la convierte en automática, privilegiando los contratos por la prestación de servicios de recolección, disposición final de residuos y barrido de calles con una suma informada por casi 700 millones de pesos , que reitero , los mismos no contemplan ajuste por mayores costos.

Con respecto a la tasa de Inspección de Seguridad e Higiene por 615 millones de pesos con un aumento proyectado promedio del 250% para quienes se consideran pequeños contribuyentes, así por ejemplo quien se encontraba en el año 2022 en categoría IV pagaba $ 13.202 y pasaría a abonar en el año 2023 $ 42.980, sin duda alguna esta tasa se ha convertido en un impuesto, pues no existe una prestación de servicios que justifique tal magnitud de tasa, pues se administra con sólo tres empleados, afectando la misma en mayor magnitud a los sectores de menor capacidad contributiva , siendo por tal motivo enormemente regresiva, agravándola aún más la incorporación que también se pretende de la cuota 13 ( o 10 para pequeños contribuyentes), un verdadero despropósito.

A pesar que se proyecta un fuerte incremento de los recursos provinciales por intermedio de la coparticipación por más de 4500 millones de pesos y descentralización del impuesto inmobiliario rural con más de 425 millones de pesos, 122 millones de pesos del Fondo de Infraestructura Municipal también derivado del gobierno provincial como así también la transferencia del Fondo Educativo por 406 millones de pesos, a lo que hay que sumarle más de 130 millones de pesos aún sin invertir de ejercicios anteriores, una verdadera inoperancia e ineficacia en el manejo de las prioridades de gestión, pues la falta de infraestructura escolar pide a gritos la disposición de dichos recursos en salvaguarda de una mejor calidad educativa.

Como dato de color, y que confirma la estreches financiera del municipio, se estima recibir 250 millones de pesos en concepto de Ayuda del Tesoro Provincial, sin que se conozca trámite iniciado por el mismo, y que seguramente serán para paliar pago de aguinaldos.

Por el lado de los gastos, persiste una enorme gravitación el gasto en personal con una proyección de alrededor de 1.950 personas incluyendo a los prestadores de servicios por honorarios y un gasto por 5.760 millones de pesos en sueldos, que como es habitual no contempla ajuste salarial para el ejercicio 2023, un verdadero desaguisado, y aun así dicha suma representa un 68% del gasto total corriente , que teniendo en cuenta que en los últimos 3 años los sueldos básicos perdieron más de 33 puntos en relación a la inflación, ello marca a las claras el paupérrimo salario municipal y la palpable connivencia entre el gobierno y el Sindicato de Trabajadores Municipales, pues el privilegio de contar con aportes del gobierno municipal por más de 22 millones de pesos anuales surgidos de las tasas y tributos que los azuleños pagamos, es la prueba más rotunda de ello.

Como dato ilustrativo de las prioridades de gestión, y comparado con el aporte al Sindicato arriba mencionado, se proyecta apoyar a microempresas por 1 millón de pesos, a entidades sin fines de lucro por 2.5 millones y a entidades enseñanza escolar por 2.5 millones, ¡está todo dicho!

Precisamente dicha composición y representación que tiene el gasto en personal es lo que produce la estreches financiera e impida un mejor posicionamiento y margen de maniobra para la inversión en infraestructura básica que se necesita para creer en un futuro próspero teniendo una mirada estratégica a las vísperas del Bicentenario del Partido de Azul.

Otra de las cuestiones que tienen maniatada a la gestión es la significativa deuda, que si bien se proyecta para fines del 2022 en 1.010 millones de pesos, se sabe que ella no será menor a 1.200 millones, lo que impacta directamente en los precios que paga el municipio por los bienes y servicios, pues los proveedores sabiendo que no cobran antes de los 90 días aplican precios que los cubran de la inflación, tal es así que existen productos que el municipio paga más caro que un consumidor final que compra por unidad.

Teniendo en cuenta que el proyecto de presupuesto propone los recursos ajustados por índices superiores a la inflación, pero no contempla ajustes salariales ni de los contratos por servicios públicos de recolección, barrido y disposición final de residuos, que representan más del 80% del gasto, ello lleva a concluir que el resultado final del ejercicio 2023 contendrá una suma superior a 2.500 millones de pesos de déficit contable, pues sumando el gasto en personal más el gasto del contrato con la empresa Transporte Malvinas representan $ 6.400 millones que ajustados mínimamente con un 50% habría un exceso de gasto sin cubrir por $ 3.200 millones.

Por todo lo dicho , es lógico que el presupuesto para obras públicas sea insignificante, pues tan sólo un 3% de los más de 10.600 millones se estiman destinar a tales fines , siendo lo más relevante la construcción de 53 cuadras de cordón cuneta por 115 millones , luego le sigue el alumbrado público, con una ordenanza heredada del año 2011 por 97 millones, el programa construyendo Azul por 85 millones que se repite del año anterior, estimando invertir en máquinas y equipos 33 millones de pesos, no alcanza ni para una máquina vial de 1* calidad, el Fondo Educativo por 147 millones de los 406 millones que se recibirán, y que nunca se ha cumplido con la afectación a obras de infraestructura escolar, como lo impone la Ley respectiva.

De aprobarse los aumentos de tasas propuestos por la gestión Bertellys para gastar en los destinos allí indicados, ¿Qué 2023 nos espera a los azuleños? Sin duda alguna, ¡más de lo mismo!

Conclusiones

Quien dijo a los azuleños que necesitaba dos mandatos para dejar al municipio con menor cantidad de empleados y pocos funcionarios, en una senda de crecimiento y desarrollo y desendeudo, finalizará su gestión: con un número mayor a cien personas de las recibidas al inicio de la gestión, con sesenta funcionarios políticos, con un parque automotor desmantelado, con calles de tierra destruidas a pesar de haber gastado más de $ 60 millones en repararlas (importe equivalente a seis máquinas viales en ese momento), el Hospital Municipal Dr. A. Pintos sostenido por la gran tarea de su cooperadora, escasa obra de pavimento y denunciada ante la justicia por su alto costo y calidad, deficiente mantenimiento de los caminos rurales, conflicto político con su hacedor, denuncias por malos tratos a empleados, deplorable estado ambiental y de infraestructura en el cementerio, aumentos exponenciales de las tasas municipales, nulos beneficios a comercios afectados por la pandemia, costosos servicios de recolección, barrido y disposición final de residuos, estado de abandono de varias instalaciones / edificios municipales , eliminación de los sistemas de gestión de calidad en el área de Ingresos Públicos, discontinuación y paralización del plan Estratégico del Partido de Azul, falta de apertura al pleno ejercicio de la democracia sindical, y una deuda que recibirá la próxima gestión no menor a los $ 2.000 millones.

Con estas consideraciones, finalmente debo manifestar que, salvo la gestión de la etapa final de la concreción de la obra hídrica "La Isidora", la muy buena predisposición de la C.E.A.L. para instalar los servicios de luz, agua, cloacas y alumbrado público en el Barrio Bidegain y la buena tarea del encargado del área de Regularización dominial, por lo demás esta gestión de ocho años del Intendente Bertellys nos dejará sólo "pan y circo".